¡Esos inmorales!

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Andrés Londoño Botero

Andrés Londoño Botero

Columna: Bitácora del primer y cuarto cuadrante

e-mail: a.londono134@uniandes.edu.co



Gran gallardía han mostrado los novilleros que adelantan una huelga de hambre en la Santamaría de Bogotá, esperando que el Distrito acate una sentencia de la Corte Constitucional que avala las corridas de toros en este templo de la cultura. Quienes protestan han tenido que padecer la inclemencia del clima y las apedreadas de irrespetuosos. Los anti taurinos con insultos y piedras tildan de salvajes a quienes en paz, y con voluntad de diálogo, abogan por el respeto y restablecimiento de su oficio.
Cada cultura es determinada por su devenir histórico, no existen valores ni principios morales universales, éstos son determinados por las circunstancias. Por ejemplo, en las regiones islámicas existe el consenso de que el alcohol afecta negativamente la relación con Dios, es por esto que quienes practican esta religión se ruborizan ante la ingesta de esta bebida. ¿Cómo reaccionaríamos en Latinoamérica si de repente se nos prohíbe el consumo de alcohol debido a unos valores que no corresponden al devenir histórico de la cultura occidental?
Para convivir en paz hay que respetar las distintas culturas que existen, ya que, como nosotros no queremos que nos obliguen a realizar ciertos rituales, tampoco debemos obligar a otras personas a que no realicen los suyos. La historia de la humanidad muestra que las grandes atrocidades contra el hombre llevan de antesala el desprecio a una cultura. El nazismo, el Apartheid y el conflicto entre Israel y Palestina, son el resultado nefasto al intento por hacer desaparecer sociedades a partir del odio hacia ciertas culturas.
En Colombia, se están llevando a cabo los primeros pasos para sembrar el odio hacia ciertos grupos de hombres. Así como varias masacres han sido antecedidas por la quema de libros, en Bogotá censuran el museo taurino, censuran los libros taurinos en las bibliotecas públicas y ahora, se rumora que la plaza será intervenida para que no puedan volver las faenas a ella.
Desde hace varios siglos el hombre decide sobre la vida de los animales. Es así que relegamos a gatos y perros a fríos apartamentos, los criamos para que sean nuestras mascotas. Cada animal es criado con cierto propósito, los toros de lidia son moldeados a través de los mejores cruces para saltar al ruedo. No creo que exista una persona que admire más al toro que un taurino. En la plaza se glorifica al animal. Claro que existe algo de crueldad, al igual que en un sinfín de actos humanos, como la preparación de ostras y calamares, entre otros actos que sirven a otras expresiones artísticas y culturales.
Las corridas han sido las musas que han inspirado poemas y escritos de renombradas plumas, canciones de importantes músicos y cuadros de los pintores más famosos. La cultura de los toros se remonta a varios siglos atrás, y su práctica genera empleos y nutre una parte de nuestra historia y antecesores. Al igual que el arte abstracto, no todo el mundo lo entiende, pero no por eso debería desaparecer.
Pregunto de nuevo ¿cómo se sentiría usted si le prohíben sus actos culturales? Los árabes no utilizan pantalones cortos, sus valores son distintos a los nuestros ¿será eso motivo suficiente para obligarnos a vivir bajo sus creencias?