Conflicto armado interno en Colombia

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Escrito por:

José Manjarrés Fontalvo

José Manjarrés Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jomafo1959@hotmail.com



Hoy podemos decir sin temor equivoco, que la historia de la humanidad tambiénes la historia de la guerra; cada capítulo de su evolución está acompañado deeventos bélicos a través de la lucha armada y violenta, pero así como el hombreha puesto su inteligencia inventiva al servicio de la destrucción y exterminio desu especie, así también a creado instrumentos y mecanismos para minimizar yatemperar sus consecuencias. En Colombia desde la época independentista sehan establecido instrumentos humanitarios aplicables a las situaciones de conflictoarmado; tales como el tratado sobre la Regulación de la Guerra suscritopor Bolívar y Murillo en 1820, los trabajos de Andrés Bello sobre Derecho deGentes en 1832, la Constitución de Rio negro en 1863, las Constituciones de1886 y 1991. Recordemos son las principales expresiones materiales y jurídicascon el propósito de limitar las hostilidades, acordes con los trabajos delfundador del primer convenio de Ginebra de 1864, estos hechos humanitariosdemuestran que nuestro país ha venido haciendo grandes esfuerzos paraponer fin o límites a las hostilidades, cuando media entre las partes en conflictotransparencia y voluntad política recíproca, como medio expedido para contribuiry consolidar al logro de la paz. Actualmente en nuestro país, son aplicablesplenamente los cuatros convenios de Ginebra de 1949, su artículo 3 común yel protocolo 1 de 1977. Estos tratados internacionales, según el artículo 93 dela Constitución Nacional prevalecen sobre las leyes, decretos y cualquier otranorma de inferior jerarquía que lo contradiga; de acuerdo a estos tratadosinternacionales para que exista Conflicto Armado Interno se requiere varioselementos tales como, cuando se presentan al interior de un Estado por enfrentamientoentre la Fuerzas Armadas y Fuerzas Armadas Disidentes, FuerzasArmadas y Grupos Armados Organizados, y que haya por parte de los gruposal margen de la ley un control territorial, entre otros. Por eso no me cabe lamenor que este país le pondrá fin a esta guerra fratricida que por más de mediosiglo ha venido destruyendo nuestros recursos materiales, el tejido social y demanera especial la familia como núcleo fundamental de esta sociedad, con estosargumentos sólidos y sin apasionamiento veo como el gobierno del doctor JuanManuel Santos le da aplicabilidad al respeto por la vida, la integridad física ypsíquica de la persona, su libertad y seguridad que constituye una condición sinla cual no es posible la convivencia en paz, ni el desarrollo social individualcontemplado en el artículo 20 consagrado en nuestro Estatuto Supremo cuandoreseña: "La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento". Deahí que con gran acierto lo que afirmó el pensador Benavente cuando dijo: "Elpretexto para todas las guerras era el de conseguir la paz".


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