Durante las últimas semanas, los colombianos nos vimos saturados por la cantidad de información, sobre el encopetado concurso de belleza, empresa en donde el señor Angulo, el diseñador Barraza e inescrupulosos cirujanos hacen su agosto. Fue aberrante que le dedicaran horas de cubrimiento a semejante reinado superfluo que al triste escenario que estremece al país, como son las inundaciones en 28 de los 32 departamentos.
Pero lo que llamó poderosamente la atención fue el cubrimiento que todos los medios de comunicación, sin excepción, le hicieron a la candidata del Huila. ¿La razón? Era quien representaba a la pobre del reinado; a quien con esfuerzo llegó a Cartagena a luchar la corona; la que desafió a la sociedad huilense que enviaba por vez primera a una niña que no era de su clase.
Prácticamente la eligieron reina por el sólo hecho de pertenecer al club de los lumpen, desconociendo de antemano a las otras candidatas. En días previos a la coronación, hablaron sus abuelos, padres, peluqueros, primos y amigos de la barriada, así como expertos en belleza, periodistas faranduleros y ex reinas. Todos a una como en Fuenteovejuna, la coronaron.
Pero como los que deciden son 5 jurados, la niña no ganó, y ahí fue la de Troya. Hasta la madre de la reina dijo que su hija no ganó porque no era rica. Fueron los medios que manipularon al país con el cuento de la pobre, ya que en nuestro país somos dados al sentimentalismo barato. Acá nuestra reina, quieran o no, es la del Valle, quien el año pasado se vio obligada por una tutela de un joven abogado cordobés, flamante columnista dominical de El Heraldo, conocido más por sus apariciones mediáticas que por sus éxitos en los estrados judiciales, a dejar el concurso para que ingresara otra niña.
De todos modos la niña del Huila, será famosa. Tiene asegurada su entrada a la televisión, y no porque tenga capacidades, sino porque en esta sociedad de consumo que mejor material que de rating, que una niña salida de la nada a estrella y a quien supuestamente le robaron la corona. A lo mejor protagonizará alguna novela con la bendición del elitista padre Chucho, presentará una sección de farándula o será compañera de set del cansón de Jota Mario Valencia en su mediocre programa de las mañanas.
Mi ñapa 1. La periodista gobiernista, María Isabel Rueda, quien jamás ha escrito una novela literaria, ganó el premio Planeta que otorgan en Colombia, por un libro-entrevista que acaba de salir al mercado. El cuento es que ella trabaja para El Tiempo, de propiedad de la editorial que le dio el premio. "Tú me elogias, yo te elogio", "tú me ayudas, yo te ayudo". ¿Qué objetividad puede haber ahí?
Mi ñapa 2. Empresarios: a apoyar mancomunadamente a nuestro presidente JMS, en estos momentos de calamidad por las inundaciones.