Educar, educar y educar

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alvaro González Uribe

Alvaro González Uribe

Columna: El Taller de Aureliano

Web: http://eltallerdeaureliano.blogspot.com



Ya muchos lo han dicho y un menor número está convencido de ello, pero muchísimos menos hacen algo para lograrlo. No es un embeleco, tampoco debe ser una reacción pasajera a los recién conocidos resultados de las pruebas Pisa. No. Es una verdad más que comprobada en todo el mundo: la educación es el principio para resolver el gran acertijo de Colombia, la base para solucionar todos sus problemas al parecer inmanejables: violencia, conflictos, pobreza y tantos más.
Desde esta columna no me cansaré de tocar este tema hasta que en Colombia sea la prioridad de la gran mayoría, hasta que los colombianos, entre dirigentes gremiales, políticos y ciudadanos de todos los sectores, condiciones y estratos tengan a la educación como tema esencial en sus conversaciones y actuaciones, hasta que el "chip" de la importancia suprema de la educación esté implantado en la cabeza de todos, hasta que sea la obsesión nacional, el gran objetivo. Que se hable de educación en los solemnes y grandes salones, en las juntas, en las plazas, en los pasillos, en las calles, en las tiendas de barrio. Educar, y, además, hacerlo bien.
Hacerlo bien, y por ello hablemos hoy de la forma equivocada y arcaica como se está educando en Colombia. Siguiendo el principio de la "educación en contexto", Rodolfo Llinás expresó en una conferencia la semana pasada: "Nos enseñan los ríos pero no la importancia del agua", "todo lo existente tiene una causa previa", y "no existen hechos aislados". También habló de que en educación "no hay misterios, solo desconocidos", y del concepto básico de la deducción con el imperativo "construye haciendo uso de tu mente".
Dijo todo. Sin embargo, no fue el primero. Estanislao Zuleta lo expresó en 1985 sin necesidad de pruebas Pisa porque era, es, evidente ("La educación, un campo de combate", entrevista con Hernán Suárez, "Educación y democracia", Hombre Nuevo Editores, Fundación Estanislao Zuleta):
"Pensar la geografía no solo como espacio, sino ante todo como condición de vida humana".
"El álgebra es una manera de pensar que tenemos todos los hombres; el álgebra no es más que el desarrollo formalizado de un pensamiento que es nuestro pensamiento. Descubrir las relaciones necesarias entre términos conocidos, me permite encontrar términos desconocidos: eso es el álgebra. Es algo que todos los días estamos haciendo, cuando vamos por la calle, cuando conversamos".
"Confundimos educación con información"."La educación y los maestros nos hicieron un mal favor: nos ahorraron la angustia de pensar"."La educación actual está concebida para que el individuo rinda cuentas sobre resultados del saber y no para que acceda a pensar en los procesos que condujeron a ese saber o a los resultados de ese saber".
Ya lo había dicho Sócrates cerca de 400 A.C: "La educación es la inflamación de una llama, no el relleno de un recipiente".
Esas frases explican el porqué de los malos resultados en las pruebas Pisa y en muchas más.
Es cierto como dicen algunos que se debe formular e implementar una "política pública de educación", integral y que abarque todos los niveles y modalidades, porque la educación tiene muchas facetas. Sin embargo, esa política debe ser participativa en su formulación y en su implementación, porque es fundamental que todos los ciudadanos la sientan suya, como una construcción propia que deben defender, cumplir y desarrollar. Por ello no debe ser una política de Estado sino una política pública nacional cuyos dolientes sean todos los ciudadanos tengan o no vinculación directa con la educación. Debe involucrar en todas sus etapas a maestros, estudiantes, ciudadanía rasa que llaman, y, por supuesto, al mismo Estado en todas sus áreas y niveles territoriales.
Se trata de plantar el tema con firmeza en todas las mentes, de llenar todos los espacios con él. Sería el gran principio para construir esa nación que hoy llamamos Colombia. Qué tan bueno un presidente, un político, un gobernante en general, un gerente, un padre de familia que repita constantemente: "educar, educar y educar".