Uno de los pilares fundamentales para el buen desarrollo de toda democracia es la educación, punta de lanza para que la sociedad salga del atraso en que se encuentra sin tener distinción alguna de raza, color, sexo, religión, opinión política o de cualquier índole, de ahí que podemos analizar en atención al principio de universalidad que es inherente a los derechos, donde todas las personas son titulares de los mismos, y que tienen derecho a la educación ya que la misma tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la compresión, la tolerancia, y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; hoy podemos decir desde nuestra óptica de ciudadano amante a la paz y la justicia social que la academia juega un papel preponderante y decisivo promoviendo el desarrollo de las actividades de los pueblos en la búsqueda y mantenimiento de la paz; por eso hoy vemos con gran acierto y tino como la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras invita a la participación efectiva de la sociedad civil y al sector privado en compañía del Gobierno Nacional a diseñar e implementar programas, planes, proyectos, en políticas públicas que busquen la consecución de la reconciliación nacional y sobre todo la materialización de los derechos de las víctimas del conflicto armado interno, resaltando y ponderando que la Universidad del Magdalena viene consolidando y fortaleciendo en la región Caribe como pionera en uno delos temas de mayor relevancia e importancia en el mundo como son los derechos humanos a través de la Especialización de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, especialidad que cuenta con un grueso números de funcionarios y profesores expertos en estos temas, los cuales han venido profundizando sobre la calidad y respeto de todos estos derechos, haciendo énfasis que la libertad, la justicia, y la paz en el mundo tiene por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienable de todos los miembros de la familia humana, así mismo que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión; este claustro académico con la gama de profesores y estudiantes son prenda de garantía sin temor a equivocarnos en la ayuda de consolidar la paz aportando todos sus conocimientos en las orientaciones, asesorías e investigaciones en el proceso que se avecina; de ahí que desde esta tribuna quiero felicitar a toda la estructura académica de la Universidad por este gran aporte a generar confianza en el Gobierno Nacional, la sociedad civil y de manera especial a las víctimas del conflicto armado interno, que hay personas que siempre están dispuestas ayudar a mejorar la calidad de vida de los colombianos.
