¡El Presidente está en pelotas!

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



La paradoja de Santos, como lo tituló un reciente artículo de la revista Semana, se explica con la fábula de Andersen, El Nuevo Traje del Emperador. Revisemos el elenco estelar.
Los dos sastres famosísimos, talentosos y sobretodo pícaros son representados por el Dane. El emperador es el presidente Santos; los colaboradores del emperador son los "expertos" que ven que el país va muy bien, y el niño que vio desnudo al rey y se atrevió a gritarlo, es el pueblo colombiano, el ciudadano de a pie.
No hay tal de que al país le está yendo bien (el traje nuevo e invisible del emperador) y que sólo los tontos no lo vemos. Tampoco hay contradicción cuando se dice que el meollo del asunto es la economía; es que la economía va mal.
Hay hechos palpables e incontrovertibles contra los cuales no hay argumento válido. Es real que durante el gobierno Santos la seguridad pública se ha deteriorado. La zozobra ha vuelto a las ciudades y al campo, sometidos por extorsionistas, secuestradores y delincuentes de toda índole. No nos interesa saber a cuántos delincuentes ha capturado o dado de baja el gobierno sino que haya tranquilidad y que los empresarios puedan trabajar tranquilamente el campo, o desempeñar sus actividades productivas en las ciudades sin miedo a ser secuestrados o extorsionados. El secuestro de mi primo Eduardo Vives Lacouture, entre muchos otros, son pruebas reinas que dejan al gobierno desnudo.
Tenemos un alto desempleo e informalidad empresarial y laboral. Muchos compatriotas que quieren trabajar no encuentran un trabajo digno que les permita mantener a sus familias. Millones de compatriotas viven en la desesperación porque no saben que van a comer o si van a tener donde vivir mañana, y la situación del desempleo en el campo es aún peor.
El sistema de salud está quebrado, y los colombianos, incluso los que pueden pagar, reciben un servicio de salud deficiente que incluso a veces llega a causarles la muerte.
Muchos sectores productivos de nuestro país han sido negativamente impactados por la apertura insensata y no planeada de nuestra economía por medio de los famosos TLC. Estos sectores productivos si no han quebrado aún, están por hacerlo.
La vivienda, otro de los temas claves inmediatos, es deficitaria. Millones de compatriotas no tienen posibilidades de tener acceso a vivienda propia, y muchos desesperados por esta situación, optan por invadir algún terreno ajeno en cualquier ciudad.
Los desplazados por la violencia viven un exilio inhumano en las grandes ciudades, que no sólo hace más difíciles sus circunstancias sino también las de las ciudades que los reciben.
No menciono la educación porque a pesar de ser el tema más importante de todos, no afecta la percepción inmediata que la mayoría de los ciudadanos tienen sobre un gobierno. Pero en esto estamos muy mal.
Los atentados contra la estructura petrolera y energética están a la orden del día y son cada vez mas frecuentes.
El sentimiento generalizado es que hoy estamos peor que hace cuatro años. Percepción justificada, y por esto el presidente-candidato tiene una favorabilidad pírrica en las encuestas y luce hoy bastante vulnerable y derrotable.

Para suerte del presidente-candidato, ninguno de sus contendores tiene las condiciones para beneficiarse de la situación. Peñalosa, quien quizás es el más mediático y menos preparado de todos los candidatos, es un desconocido en el país y es demasiado bogotano, llegando incluso a despertar antipatía en la provincia.
Una apreciación personal sobre Peñalosa. Haber transformado a Bogotá cuando había los recursos para hacerlo, es muy distinto a ser presidente de Colombia en donde el presidente es más un bombero que otra cosa. Considero que a Peñalosa le hace falta experiencia relevante para un cargo tan complicado y difícil como lo es el de presidente de Colombia.
Casi todos los candidatos presidenciales tienen un denominador común: son buenos administradores, pero no son líderes. Esto parece más un debate gerencial que presidencial. Si hubiera un solo líder entre ellos, Santos no daría un brinco. Sigo creyendo que Santos será reelegido porque en ultimas va a pesar más en el elector, el más vale malo conocido que bueno por conocer; pero que le quede claro al Presidente que Colombia no es un país de tontos y que la mayoría de los colombianos lo vemos desnudo.
La única paradoja que encuentro en la situación de Santos, es que todavía haya alguien deseando reelegirlo.