El nuevo Congreso "entre sombras y sospechas"

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Halinisky Sanchez Menéses

Halinisky Sanchez Menéses

Columna: Opinión

e-mail: halinisky@hotmail.com



Ya el expresidente y senador electo doctor Álvaro Uribe Vélez, ha cuestionado la legitimidad del recién elegido Congreso de la República, considera le hicieron trampa, y muchos de sus votos fueron a parar a su antiguo partido, el partido de la U, de la U de Uribe, y que ahora respalda al presidente Santos, es ilegitimo también porque el gobierno unto de la famosa mermelada a muchos políticos para que aceitaran la maquinaria, y también se queja el Expresidente porque su movimiento no pudo hacer política en varias zonas del país según él controladas por las Farc.

Al margen de las querellas del ahora senador Uribe, si tiene razón en que difícilmente se puede defender la legitimidad de este nuevo Congreso, no tanto por lo sucedido con el Centro Democrático, sino por otras preocupantes realidades como las siguientes:

Para estas elecciones en el territorio nacional, 32,7 millones de colombianos estaban habilitados para ejercer su derecho al voto, de las cuales sólo lo hicieron 13,4 millones, lo que quiere decir que más de la mitad de los colombianos aptos para sufragar, no lo hicieron, la abstención se posicionó alrededor del 58%.

Nos preguntamos ¿Qué legitimidad tiene una corporación pública que fue elegida por menos de la mitad de sus potenciales electores?

¿Qué medidas se deben tomar para reducir esta vergonzosa cifra de abstencionismo, es hora de pensar en el voto obligatorio?

También angustia el hecho de que es tán complicado el tarjetón para votar en Colombia, que de esa pírrica cantidad de sufragantes más de un millón de votos se anularon, sin temor a equivocarnos aseguramos que el tarjetón colombiano es el más enredado del mundo, contrario al espíritu democrático que consiste en la simplicidad y facilidad del voto.

A su vez que nos alarma que a pesar del escándalo de la parapolítica que dejo cientos de políticos presos, los colombianos seguimos votando por candidatos de dudosa reputación, de personas con cierta cercanía con quienes están presos por vínculos con grupos al margen de la ley, según la Corporación

Arco Iris alrededor de 52 nuevos congresistas fueron elegidos a la sombra de los parapolíticos.

Y pensar que este congreso con todo y la abstención, los votos nulos y la influencia de grupos al margen de la ley, tomará las decisiones más importantes para nuestra sociedad en los últimos cien años, están llamados abordar temas como la familia, la reconciliación nacional con las guerrillas, la salud, la educación, la justicia, el ambiente entre otros.

Es urgente cambiar el sistema electoral colombiano, pero estas reformas no vendrán de los políticos a quienes les conviene que las cosas sigan tal cual como están, estas reformas deberán originarse en el constituyente primario, en el colombiano de a pie.

Es urgente y necesario reformular el concepto del voto, no simplemente como derecho sino como deber, pues quien vive en una democracia tiene el deber de participar de ella, de votar por quien quiera, pero de votar, la indiferencia es un crimen.

Es inaplazable la implementación del voto electrónico en Colombia, y el rediseño del tarjetón, se puede pensar por ejemplo en listas cerradas obligatorias para todos los partidos, para que al votar solo se marque el logo del partido, a su vez que la conformación de estas listas cerradas deberá ser producto de elecciones democráticas internas en cada colectividad.

Por último, respecto de no elegir a candidatos a la sombra de grupos al margen de la ley o reconocidos gamonales corruptos, es un problema más difícil, pues un pueblo con el corazón corrupto elegirá corruptos, un pueblo sin temor de DIOS y sin un derrotero moral, seguirá cambiando oro por espejos, tamales por conciencia.

Cristo nos redima.