Los retos de la Universidad del siglo XXI son múltiples, variados y extensos que el solo pensar en analizarlos y exponerlos supone una tarea de proporciones gigantescas, para potenciar los aportes de las universidades en este nuevo centenario y darle el lugar privilegiado que merece en primer lugar , es absolutamente necesario someterlas a reformas en sus distintos aspectos, pero no solo hay que cambiar la Universidad, también es indispensable cambiar concepciones e ideologías que claramente no son aplicables al tiempo en el que vivimos.
Debemos considerar al conocimiento como promotor principal del desarrollo económico y social en cualquier parte del mundo. El construir una sociedad que se base en el conocimiento y que afronte con eficacia e igualdad los problemas de la región es uno de los retos más grandes de la Universidad del siglo XXI. Es un gran reto aunque no debería serlo si tenemos en cuenta que la sociedad actual, depende con más frecuencia del conocimiento en aspectos como el de la producción y la operación de aparatos complejos, tecnologías de comunicación, herramientas de laboratorio etc., que requieren un elevado grado de conocimiento en un futuro cercano con el avance de las biotecnologías y la llamada "era genética" y el surgimiento de múltiples tecnologías, las cuales supondrán un crecimiento abrumador del conocimiento y este terminará siendo considerado como un recurso de vital importancia para el desarrollo general de cualquier nación.
Es válido mencionar que teniendo en cuenta que la educación es crucial para el crecimiento económico, necesaria para la participación política de los ciudadanos e indispensable para fomentar la igualdad social, la universidad del siglo XXI debe generar estrategias para fortalecer la calidad de la educación ya que este es el principal problema. Del mismo modo se debe trabajar en la construcción de valores, conceptos necesarios para el desarrollo de una sociedad verdaderamente plural. Todo esto debe realizarse en un trabajo mancomunado con los distintos órganos del gobierno que se encargan de regular la educación, todas esas estrategias deben responder a las tendencias más demandantes de la época actual las cuales condicionan el desarrollo de cualquier sociedad. Además cualquier estrategia que se adopte debe basarse en un trabajo prolongado y constante con el fin de prestar atención a todas y cada una de las dimensiones y necesidades de la educación.
Es necesario que la universidad del siglo XXI impulse la educación para toda la vida porque por medio de este proceso se fomentara el constante perfeccionamiento y mejoramiento de las distintas profesiones, ya que para llegar con seguridad al futuro es necesario adoptar una vida de estudio y practica alternada. Para la universidad de la nueva centuria también es un reto utilizar correctamente y en miras del bien común los nuevos medios tecnológicos, ya que estos permiten romper las barreras de espacio, tiempo, cultura y situación socioeconómica, lo que fácilmente limitaría la educación del cualquier persona. Es un hecho que para convertir los retos de la universidad del siglo XXI en realidades es necesario el esfuerzo de todos y cada unos de los miembros de la sociedad, que el gobierno y las universidades trabajen de forma conjunta para conseguir los objetivos propuestos, exigir mayor apoyo del sector privado para el fortalecimiento de la educación, generar conciencia y romper con paradigmas y conceptos que se encuentra arraigados en la memoria de las personas los cuales dificultan el desarrollo general de una sociedad, en el caso concreto de Colombia necesitamos impulsar una verdadera revolución educativa que genere las bases para el fortalecimiento de la educación y por añadidura de la sociedad en general y que por fin la sociedad que queremos y más puntualmente la universidad que queremos deje de ser una utopía y se convierta en la realidad que todos soñamos….