Hecho histórico en los comicios del 9 de marzo

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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



Reinaba una gran expectativa, dudas, incertidumbre, acerca de lo que iba a pasar el 9 de Marzo, con motivo de las elecciones para el Congreso, en las cuales se eligieron senadores y representantes. Sin embargo había un nuevo partido que proporcionaba fe y esperanza entre sus militantes y simpatizantes, cual es el Centro Democrático, encabezado por el expresidente Álvaro Uribe.

Me atreví a vaticinar, el resultado favorable de esas listas uribistas, toda vez que no dudaba de su reconocimiento nacional. Se trataba de un grupo de gentes nuevas en la política, sin mermelada, transparentes, la mayoría jóvenes, muchas mujeres, todos con ganas de trabajar por Colombia al lado y bajo el liderazgo del político de los políticos el expresidente Uribe.

Dije en una de mis columnas, que el pueblo es superior a sus dirigentes y que confiaba en su madurez política. Pero además este número importante de senadores y representantes que han sido elegidos, son fruto del buen recuerdo que tiene la clase menos favorecida de una gestión de gobierno, por cuanto recibió innumerables beneficios sociales, como en ninguna otra administración verbigracia: cobertura total en asistencia médica, al igual que en materia educativa en primaria, las Familias en Acción creadas en la presidencia de Andrés Pastrana se triplicaron. Hubo seguridad y ella da origen al desarrollo socioeconómico.

Sin discusión alguna lo más importante de resaltar, es la conexión del expresidente Uribe con sus masas, con sus gentes de bajos estratos, habida consideración de que no le cuesta trabajo reunirse con el vulgo, de otra parte le gusta y todo ello facilita su actividad proselitista, que siempre le ha dado satisfacciones y triunfos electorales.

A pesar de que estaba amenazado no se intimidó y por el contrario, exponiendo su vida recorrió el país y en esas correrías por cantidad de municipios, percibió su prestigio, el fervor y el cariño que despierta su presencia. Se puede calificar como un hecho histórico de que en tres meses hubiese materializado tantos votos por su nombre, sin gajes y sin prebendas.

Es no solo el contrapeso a la Unidad Nacional del presidente Santos, dado que con todo el dinero, puestos y regalías repartidas a lo largo y ancho de la nación, no obtuvieron cifras de votantes como ellos mismos esperaban. De tener pleno control en el anterior Congreso, con más del 90%, a partir de ahora, a duras penas alcanzará más del 60%.

Lo sucedido es excelentemente positivo para Colombia, se despeja el horizonte, puede haber una verdadera oposición, se le da fuerza y muchas posibilidades a la candidatura de Oscar Iván Zuluaga, quien ahora sí tiene una plataforma de lanzamiento y apoyo en votantes que lo acerca y catapulta para la Presidencia de la República.

Desde este momento en adelante, es que comienza la carrera presidencial y en la medida en que los colombianos conozcan más al candidato de Centro Democrático, podrán apreciar sus condiciones de estadista, de hombre preparado, mesurado, a quien le cabe el país en la cabeza y como representante de la provincia está pensando más en el descentralismo que en el centralismo de la formula reeleccionista de Santos y Vargas Lleras.

También su compañero en la vicepresidencia Carlos Holmes se destaca frente a las mujeres de la izquierda que acompañan a Clara López y a Aída Avella, a quienes las conocen más en el extranjero que en nuestro territorio y al vicepresidente de la candidata conservadora, cuyo perfil no está a la altura del segundo cargo de la República. Hay que poner de relieve las excelsas virtudes de este vallecaucano que ha brillado en el parlamento, en las lides internacionales y que posee una trayectoria de peso intelectual y político.

Es el único que con altura y dialéctica de argumentación se puede enfrentar a Vargas Lleras. Este último en un debate lo hará siempre mejor que el presidente Santos, puesto que este sin telepronter, no es capaz de dirigirse a sus compatriotas. Si le toca hacerlo, como nos consta, es cuando siempre ha incurrido en errores, puesto que dice cosas de las cuales se arrepiente y tiene que disculparse.

Su debilidad es justamente su poca o ninguna facilidad de expresión. Sus asesores le recomendarán no salir al aire en debates públicos en televisión, en la misma forma que se le aconsejó al presidente Barco no aparecer en controversia con el candidato Álvaro Gómez, ya que era totalmente contraproducente. Y, atendiendo ese consejo alcanzó la primera magistratura del Estado.

Esas salidas a los medios de comunicación serían en falso para el presidente Santos y lo único que lograría es que se note más la capacidad oratoria de sus contrincantes y pierda todas las veces credibilidad y respaldo. Eso sin ir muy lejos le sucedió a Antanas Mockus con Santos. Perdió lo poco que había ganado en las pantallas de televisión.

Con estos sucesos electorales, del domingo pasado, se puede deducir que habrá segunda vuelta y que aún no puede cantar victoria la fórmula Santos- Vargas.



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