Pastores impostores

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Fuad Chacón Tapias

Fuad Chacón Tapias

Columna: Opinión

e-mail: fuad.chacon@hotmail.com



La Constitución permite que cada uno de nosotros elija el culto al que quiera pertenecer, en ese entendido nos está permitido escoger desde católico nivel Alejandro Ordóñez hasta maradoniano, o incluso crear el propio si no nos agrada nada de lo que hay en el menú.

Así también uno puede levantar su templo personal en el garaje de la casa e invitar a más fieles a congregarse si lo cree conveniente. Lo que no se admite bajo ninguna interpretación es que la religión sirva de excusa para blindar abusos que violen la ley, pues no hay reglamento interno de ninguna entidad, incluyendo a iglesias y demás establecimientos de comercio, que pueda ir en contra de la legalidad de un país.

Por ello María Luisa Piraquive es una mujer despreciable por donde se le mire, pues no sólo ha creado un sesgo rabioso e irracional contra los discapacitados por cuestiones "de la consciencia", como ella ridículamente les llama, sino que también ha manipulado a sus creyentes para forjar una maquinaria política y económica a punta de diezmos y amenazas de castigos divinos.

Piénselo así, si un grupo considerable de personas cree que usted es el intérprete de Dios en la tierra, todo lo que usted diga prácticamente es palabra del Señor y aquel que se le oponga es el mismísimo diablo ¿Cuántos excesos no podría cometer entonces bajo esa posición de lujo? Algo así como cuando un alcalde asegura ser la personificación redentora de la democracia.

Para Piraquive los discapacitados no pueden predicar porque no es estético, pero sí pueden aportar su vacuna mensual para las arcas orondas de su familia y votar en cada elección por su hipócrita movimiento Mira, quienes de dientes para afuera se ufanan de ser los portadores de la moral, pero por dentro tienen más corrupción que cualquier licitación pública.

No le basta a Mira con extorsionar a sus inocentes seguidores a cambio del perdón de sus pecados, sino que además los utiliza para sustentar en las urnas un proyecto político basado en mentiras y en la doble moral de un matriarcado impune que elección tras elección ha jugado cobardemente con sus seguidores, los mismos que hoy en día están confundidos por no saber en qué creer.

Como si fuera poco, ahora las investigaciones de la Fiscalía han vuelto a coger mínimo y las pesquisas que se les vienen a los pastores impostores de Maria Luisa Piraquive empiezan a arrojar un tufillo de ilegalidad. La hipótesis del ente acusador es que los movimientos bancarios de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, nombre que deja sin aire, no son del todo lícitos, algo que de comprobarse sería gravísimo pues en otras palabras estaríamos ante una pirámide tipo DMG pero forjado sobre fe.

Y en Colombia no se pueden cometer esta clase de delitos, ni siquiera en el nombre de Dios.

Obiter Dictum: Entorpecer el aparato de justicia con 800 tutelas idénticas por la causa que sea es una falta de respeto y un peligro para la razón de ser de esta acción.