Marihuana a la carta

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



La Iniciativa 19, o Proposition 19, ha generado comentarios al más alto nivel del gobierno colombiano y del gobierno mejicano.

Ambos países son a su vez grandes productores de sicotrópicos y con problemas graves de violencia generada por el narcotráfico.

El presidente Santos, contrario a otras actuaciones anteriores, no ha guardado la prudencia y el silencio que el tema requiere. Ha salido apresuradamente, en mi opinión, a reclamar el replanteo de la lucha antidrogas e incluso hablar de la legalización de las drogas como panacea contra los problemas generados por las drogas. California, tradicionalmente, ha sido el estado más liberal de los Estados Unidos.

Ahí se gestó el movimiento hippie, y algunas de sus famosas universidades, son centros de pensamiento reconocidos a nivel mundial. Por citar sólo un ejemplo, la Universidad de California de Berkeley tiene el mayor número de laureados o ganadores de premio nobel del mundo como profesores.

California, si fuera un país, sería la octava economía más rica del mundo y es el centro de los avances y la tecnología de punta en lo que se conoce como Silicon Valley. Ni que decir, que por todo lo anterior, California ha sido el pionero de muchas tendencias en los Estados Unidos.

Sin embargo, la lectura que hace el presidente Santos de la Iniciativa 19, es muy torpe y puede salirle muy cara. En mi opinión, es claramente, una posición de oportunismo político y pura demagogia, y doy mis razones.

Primero, el presidente Santos ha debido esperar la votación de la Iniciativa el 2 de noviembre.

Porque es que aprobarla, no significa que vaya a entrar en efecto, entre otras cosas porque la Iniciativa no puede derogar los poderes conferidos constitucionalmente única y exclusivamente al Gobierno Federal.

De hecho, es una iniciativa inocua, que en el mejor de los casos servirá de voto de opinión. De pasar, esa iniciativa, los Federales la impugnarán y con toda seguridad ganarán la batalla legal.

Segundo, a pesar de lo que la gente cree, Estados Unidos es un país muy conservador y de valores muy conservadores. Fuera de California, considerados los locos y librepensadores del país, los otros 49 estados no le halarían al asunto de la legalización. Esta es una realidad política y social que el presidente Santos ni puede ni debe desconocer.

Tercero, en la mente de los californianos y de muchos americanos, la marihuana no es una droga ni es considerada como las otras drogas. Es decir, está en una categoría diferente a la cocaína y la heroína para decirlo en plata blanca. Por eso, se precipitó el presidente Santos al hacer extensivo lo planteado en la Iniciativa 19 a otras drogas, y al exigir "coherencia" por parte de los Estados Unidos en su política frente a las drogas. En mi opinión, es una salida en falso e innecesaria del presidente Santos.

Y por último, creo que al margen de lo que pudieran hacer los Estados Unidos, Colombia debe tener una posición frente al problema de la droga que sea coherente con quien somos nosotros como nación y sustentada en los valores ético y morales que nos han regido, y creo yo que la mayoría de los colombianos rechazamos la legalización tanto del consumo como de la producción de drogas.

Debe saber, además, el presidente Santos, que es un señor muy viajado e instruido, que en otros países, a los narcotraficantes, simplemente les cortan la cabeza, y al que agarren con droga corre la misma suerte y son países que no tienen problemas con las drogas.

No sugiero que se adopte esto ni mucho menos porque por principio no creo en la pena de muerte, pero creo que si el presidente Santos está considerando toda la plétora de políticas públicas y leyes que hay en el mundo en lo referente al problema de las drogas, debe tomar nota de que no es coincidencia que los países con menos problemas son aquellos que ha penalizado de manera importante este problemita y en donde hay cero tolerancia con los consumidores y narcotraficantes.

Estoy seguro que en Washington ya tomaron nota de lo dicho por el presidente Santos, y sólo el tiempo dirá si esta primiparada presidencial nos saldrá cara. Ojalá no nos la cobren y entiendan que su desatino no es más que producto de no entender claramente un par de cosas sobre los Estados Unidos.

Prudencia, presidente Santos, que hasta ahora lo está haciendo bien y recuerde que en boca cerrada no entran moscas, ni cachitos de marihuana.