Candidatos y partidos políticos

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Las huestes azules han venido planteando la necesidad de ir a las próximas elecciones presidenciales con candidato propio. Uno de los proponentes de tal idea es el expresidente Pastrana, quien ha encontrado eco entre algunos de sus copartidarios con más visibilidad nacional.

Más allá de las conveniencias electorales y burocráticas, es sano y necesario que nuestra democracia comience a decantarse ideológicamente. El unanimismo le hace daño a las democracias, y en Colombia hemos estado inmersos en el desde las épocas del Frente Nacional.

Es importante que en las próximas elecciones los electores comencemos a ver las diferencias que hay entre los diferentes partidos, cuáles son sus plataformas y principios orientadores, y cuáles son sus propuestas frente a los retos que hoy presenta nuestra sociedad.

Los electores necesitamos entender donde coinciden y donde divergen los partidos, y así saber que partido puede representar mejor nuestros intereses.

Bajo estas premisas, es de esperarse que el candidato del conservatismo sea aquel que mejor pueda dar a conocer las tesis y programas de su partido. .

De hecho los otros partidos deberían hacer lo mismo, especialmente el partido Liberal. Es absurdo que por mantener participación burocrática, el partido se haya dejado desdibujar. Este es el camino equivocado, y más allá de la aparente buena racha, de no cambiar el norte, vienen tiempos muy difíciles.

Es increíble que el partido Liberal se haya convertido en un apéndice del partido de la U, ya que este último no es un partido sino una maquinaria electoral. El partido Liberal tiene que dejar de actuar como la moza del presidente Santos, y pedirle al Presidente que defina si es Liberal o no. Y si dice que no es, entonces ir con candidato propio.

Ese esperpento llamado partido de la U, debería ser desmantelado, ya que como experimento político es lo más parecido a un burdel. Llegó la hora de decir, calabaza, calabaza cada uno para su casa. Liberales con los suyos, y Conservadores otro tanto. Sin embargo, me queda claro que el Presidente para reelegirse necesita del burdel, y por tanto no lo va a desmontar.

Un hombre leído y escribido como el Presidente, debería saber que la paz que tanto busca no es posible sin los sólidos cimientos que aportan unos partidos políticos sanos, fuertes y bien definidos a la construcción de la sociedad.

La necesidad de decantar el panorama de los partidos será más imperiosa de lograrse un acuerdo en La Habana. ¿Dónde se sitúan los partidos en el espectro político? ¿Derecha, Centro o Izquierda? Y dentro de este espectro, ¿cuáles son los matices?

Los directores de las colectividades políticas deberían prestar atención a este tema tan fundamental. El éxito de su gestión debería ser medido, no por el tamaño de la tajada de la torta burocrática que logran sino por el tamaño de su representatividad. Un partido que no representa intereses ciudadanos sino intereses particulares, está condenado a desaparecer. Tenemos que refundar los partidos.