La microempresa es un mecanismo económico de trabajo y gestión, que se forma por decisión familiar. En ella dos o más integrantes de familia aportan diferentes recursos: sus propias fuerzas de trabajo y capacidades personales, conocimientos e información de cómo hacer las cosas, medios materiales, locales, equipamiento, relaciones sociales, entre otras.
La microempresa, se trata de negocios o empresas de tamaño pequeño, que tiene como base la organización familiar, y que uno de los integrantes (no necesariamente el jefe de hogar) dirige y administra, normalmente con la colaboración de otros miembros de la familia. Habitualmente tiene su local de funcionamiento en la misma vivienda o en un local contiguo a la casa del propietario.
Esta microempresa pude ser considerada como una continuación de la economía domestica, mediante la cual la familia como unidad de trabajo establece relaciones con el mercado, básicamente a nivel local y de barrio.
El microempresario es el que crea su propia fuente de trabajo y de ingreso, y que opera independientemente. La microempresa familiar más que una unidad de inversión persigue maximizar la rentabilidad de capital, es una unidad de trabajo que busca garantizar un ingreso estable que compense el trabajo y el esfuerzo de los que participan en ella.
Las unidades económicas familiares no requieren normal forma compleja para determinar la propiedad de los medios de producción y debe considerarse como parte del patrimonio familiar.
Los bienes de la microempresa familiar estén claramente distinguidos de otros bienes que tenga la familia. Será indispensable un inventario exacto y actualizado de todos los medios de producción y trabajo utilizado la microempresa, donde señale, incluso, su estado de conservación y su valor comercial aproximado.
La dirección de la microempresa debe ser ejercida individualmente por una persona adulta sea hombre o mujer que tiene la responsabilidad legal de la microempresa.
La dirección de la citada microempresa no significa, tampoco, que no haya participación de todos en la adopción de las decisiones que afectan al conjunto, por ejemplo, la producción puede estar a cargo de una persona que haga de jefe de taller y las funciones de comercialización debe estar bajo la respetabilidad y la dirección del jefe de producción.
Uno de los aspectos imprescindibles es, que toda unidad económica debe consecuentemente desarrollar su perfeccionamiento tecnológico, en vista a mejorar su producción, incrementar la cantidad y calidad de los bienes y servicios producidos, organizar eficientemente el trabajo, innovar en los métodos de producción, introducir nuevos instrumentos y nuevas técnicas, etc. Es esta una de las funciones claves del éxito y del crecimiento productivo de la microempresa familiar.
La tecnología es el "saber hacer" objetivado en sistemas, métodos, procedimientos, equipos, máquinas, diseños, modelos, etc.
La tecnología forma parte del potencial de capacidades y recursos de las personas que trabajan en ella, estableciendo así una dimensión inseparable del trabajo mismo. Siendo así el perfeccionamiento tecnológico se funda y concretiza en el perfeccionamiento y calificación de las personas que trabajan, innovan y deciden en la microempresa.
Para terminar, quiero decir que nunca es tarde para aprender y menos en materia de economía y finanzas, donde cualquier decisión y acción acertad con el manejo de dinero conduce por el camino de las buenas prácticas del ahorro.
Cuando en la micro, pequeña y mediana empresa se presente un error financiero hay que reconocerlo y descubrir las causas que llevaron al problema financiero.
Si algunas de las conductas se logran detectar corresponde a malos hábitos financieros como gasto excesivo en productos innecesarios, hay que cambiar de actividad inmediatamente y elaborar un presupuesto que le permita diagnosticar los principales gastos de las pequeñas empresas, y hacer ajustes para gastar para menos y así poder enderezar el camino de estas pequeñas industrias.