El todo vale

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



El caso del concejal del municipio de Chía, Carlos Martínez, es una muestra de cinismo y soberbia. Ya varias veces había sido señalado de varios actos de dudosa reputación, como echar disparos al aire, conducir borracho y la última, con persecución policial a bordo.

Hoy, el cínico concejal trata de defenderse y de salirse por la tangente, eso sí, sin reconocer que obró mal. Y, ya bastante vitrina le han dado todos los medios de comunicación, que como no se pellizquen va a ser de seguro candidato presidencial, o concursante de alguno de estos realyties que abundan por los canales.

Dentro del contexto de esa noticia, otra vez vuelven los medios a perder el norte y no hace un análisis más objetivo. ¿El porqué de esa actitud de soberbia? El ejemplo de este concejal, ya -destituido por fortuna por el Procurador-quien varias veces a ha desafiado al aparato del Estado, es un patrón fehaciente del todo vale que aun promulgan y establecen millones de colombianos.

Ejemplos hay por montones: comprar votos para hacerse elegir a un cargo popular; tranzar contratos para enriquecerse más; copiar y pegar un trabajo académico; saltearse la cola de un banco, de un restaurante, de un cine; falsificar referencias laborales para cumplir con lo que exige el trabajo; inventar que dominan un idioma cuando no llegan ni al 20 por ciento; presentar como ciertas especializaciones o maestrías sin haberlas cursado; instigar con los jefes para sacar del puesto a otro compañero; pasar el semáforo en rojo; no cancelar deudas a sabiendas de que debe pagar; conectarse ilegalmente a una instalación eléctrica.

En fin, son tantos y tantos ejemplos del todo vale, que ya ustedes mis amables lectores, también se acordaran de otros ejemplos, no menos cuestionables. Por eso el caso del exconcejal de Chía es una pequeña copia del colombiano que llevamos dentro.

Mi Ñapa: En columna del pasado domingo en el diario, El Espectador, la periodista María Elvira Samper, denuncia que la señora, María Victoria Pérez, quiso hospedarse en Santa Marta, y por tener una discapacidad (es invidente) no fue aceptada en dos importantes hoteles de la ciudad, porque ella por su condición debe llevar un perro-guía y en esos dos importantes hoteles no se aceptan animales. Finalmente un hotel en Cartagena, no menos importante que los dos de Santa Marta, la recibió con los brazos abiertos. Y eso que nos llenamos de emoción al hablar de derechos en Colombia.