Rendición de cuentas, logros de papel

Columnas de Opinión
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Todos los años, en las finales del Festival Vallenato se reúnen alrededor de 27 mil personas en el Parque de la Leyenda Vallenata Consuelo Araujo Noguera para escuchar en total silencio la interpretación de cada uno de los acordeoneros finalistas.

Así exista un jurado, es finalmente el público quien determina cuál fue el mejor. Cuando no se ha dado ese proceso incluyente, el evento ha perdido legitimidad y ha sido para problemas.

Si la rendición de cuentas de Ministros a la cual convoca el presidente Juan Manuel Santos todos los años con el fin de evaluar sus gestiones tuviera como jurado informal a los dirigentes gremiales, empresarios y productores del país, creo que el paro programado para el próximo 19 de agosto se hubiera adelantado para este fin de semana por los pobres resultados de gestión vistos. Sin embargo, como el jurado termina siendo la misma guardia pretoriana de Palacio, no hay críticas de fondo y todo sigue igual.

Las cifras divulgadas por el Ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, en el desarrollo del ejercicio de evaluación que se llevó a cabo esta semana demuestran que en estos tres años el Gobierno ha tenido más desaciertos que logros en su política pública agropecuaria. Esas cifras son para embellecer el Power Point, porque en la realidad, nada.

Al revisar las estadísticas de crédito agropecuario en Finagro, encuentro que entre julio de 2010 y julio de 2013, se han colocado 12 billones de pesos y no 17 como lo afirmó el Ministro. El crecimiento de la producción agrícola, ha sido de 600.000 toneladas y no de un millón como también lo aseguró. En producción de leche seguimos con los mismos 6.490 millones de litros del 2010. En cambio, permitió la importación de 25.000 toneladas de leche en polvo subsidiada, que ha llevado a la quiebra a unos 300 mil pequeños ganaderos. En carne se incrementó la producción en 72.000 toneladas, por unas exportaciones de ganado en pie a los mercados del Líbano y Venezuela.

En restitución de tierras, hasta febrero, se habían reintegrado 98 predios por un total de 1.114 hectáreas. De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo, la meta para el cuatrienio es restituir 160.000 predios por cerca de dos millones de hectáreas. Faltando 12 meses para finalizar su período presidencial, se ha cumplido tan sólo con el 0.06% de la meta. El resto pareciera estar embolatado en los escritorios.

El programa Desarrollo Rural con Equidad (DRE), que remplazó a AIS, ha girado más de 1.2 billones de pesos en distritos de riegos que no se ven, en asistencia técnica -pero para los alcaldes- y subsidio de tasa de interés a productores ineficientes. Claramente este programa no aguanta una auditoria de la Contraloría General de la República y mucho menos de una agremiación como la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).

El seguro agrario por su parte, ha sido un costoso instrumento de protección para los productores del campo y un negociazo para las compañías de seguros que se lucran con los subsidios del Estado. Y señor Ministro, son 60.000 y no 129.000 las hectáreas aseguradas.

Ni qué hablar de los instrumentos de ayuda al sector como lo son el Certificado de Incentivo Forestal (CIF), el Incentivo a la Capitalización Rural (ICR) y el Fondo Agropecuario de Garantías (FAG). Los dos primeros viven desfinanciados y el último es peor que un fiador usurero porque cobra la comisión más alta de las garantías estatales existentes.

Después de esta rendición de cuentas, nos queda la sensación de que en materia de crecimiento y desarrollo rural son muchas más las fallas que los éxitos del Gobierno Santos.

¿Ya ven porqué nadie les cree? ¿Ya ven porqué hay tantas protestas y paros?

@indadangond