Santos, sin brújula

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Escrito por:

Jacobo Solano Cerchiaro

Jacobo Solano Cerchiaro

Columna: Opinión

e-mail: jacobosolanoc@hotmail.com

Twitter: @JacoboSolanoC



Mientras un Presidente crea que es más importante viajar a Suiza para apoyar los malogrados Juegos Deportivos de la Juventud para Medellín o recibir en la Casa de Nariño al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que ocuparse directamente de los problemas del país, no avanzaremos en un verdadero propósito transformador.

No me quiero graduar de enemigo del gobierno Santos, ni tampoco que me ubiquen en la orilla Uribista porque esa no es la orientación de un columnista serio, pero lo que está pasando merece un análisis bastante cuidadoso y sobre todo un llamado de atención al Primer Mandatario quien se nota timorato y bastante desconectado de la realidad del país.

Los diálogos de La Habana han entrado en un letargo, nadie sabe que pasa a ciencia cierta y los resultados de la segunda ronda de negociación, que atañen a la participación política de las Farc, se dilatan como si quisieran darle largo hasta las elecciones, mientras continúan los ataques guerrilleros que dejan muertos, sobre todo en el sur del país, y la incitación a paros como ocurre en el Catatumbo, donde cada día la cosa se complica más, ya han llegado varios grupos de negociadores y nada de acuerdos con los campesinos que ya le midieron el aceite al gobierno y seguirán exigiendo lo divino y lo humano; como si fuera poco, ahora aparece Angelino con su discurso antigobiernista y haciendo política, pensando en su futura campaña, esperemos que logre resultados como en paros anteriores, porque dicho sea de paso es quien le apaga todos los incendios al gobierno, y no lo quieren.

La crisis de los sectores del Agro: arroceros, maiceros, cafeteros… es dramática, para no hablar del sector ganadero, que continúa sin levantar cabeza; por el lado de las cárceles la situación no puede ser peor, ataques al Inpec, hacinamiento y llamadas extorsivas desde el interior de los penales; la salud, en cuidados intensivos, cada día se oscurece más, esperando una reforma que según afirman los entendidos no llenará las expectativas; la inseguridad en la ciudades, desbordada por acción de bandas criminales que se proliferan sin control, especialmente en Barranquilla, Cali, Montería y Valledupar.

Santos necesita un startazo, promoviendo medidas audaces y saliendo a las regiones, pero no a manejar bus, ni al carnaval de Barranquilla, ni a tomarse una foto leyendo El Pilón en calzoncillos, sino a untarse de pueblo y a explorar salidas a los diferentes conflictos con más inversión social con los mandatarios regionales, además de propiciar una crisis ministerial que le brinde mayor posibilidad de maniobra en carteras claves para enfrentar los dos años que le faltan: El Ministro del Interior, Fernando Carrillo, ya cumplió su ciclo con resultados lamentables.

El invisible Ministro de Trabajo, Rafael Pardo, una gestión para olvidar. Y en Defensa, si lo que pretende es la paz, necesita un ministro más conciliatorio que guerrerista, y ese no es Juan Carlos Pinzón. También debe llamar a calificar servicios al General Roberto León Riaño, quien se quedó añorando el gobierno Uribe y de resultados pocón pocón. La decisión está en manos del Presidente, pero mientras tanto Germán Vargas Lleras, está muerto de la risa.



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