¿Acaso una crisis en el derecho nacional?

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Escrito por:

Alfonso Lopez Carrascal

Alfonso Lopez Carrascal

Columna: Pedagogía Constitucional

e-mail: lopezcarrascal@yahoo.com



En reciente entrevista al doctor José Gregorio Hernández, amigo a quien admiramos casi que religiosamente por sus reflexiones y que lo llevaron a ser uno de los grandes magistrados de oro de la Corte Constitucional y hoy rector de la Universidad del Sinú en Bogotá, plantea la supuesta crisis del Derecho en Colombia.

Creemos que el Derecho no es el que está en crisis sino los hombres esos que hoy dentro de una cultura tugurial (de cartones) llamamos, abogados, doctores, magister, juristas y jurisconsultos.

Pero el abogado tenga los títulos que tenga es uno solo, y si no tiene ética no le vale para nada que esté lleno de cartones. Tenemos que entender que todo buen abogado debe ser un buen investigador y además las anteriores Constituciones Políticas resaltaban la experiencia que es la madre de toda sabiduría. Hoy queremos que un abogado a los treinta años o menos ya sea un magistrado que implica la función de juez de jueces y debe ser un maestro.

La crisis de moral y ética la vemos en el hombre pero no en el Derecho y por tanto quien está en crisis es el hombre y no el Derecho. La experiencia es la culminación de subir una escalera de vida profesional. La sociedad de hoy es compleja y el nuevo abogado debe salir de la Universidad con herramientas para que por medio de la experiencia vaya escalando las posiciones pero no que se le regale por razón de cuna o de cartones muchas veces comprados por valores muy altos.

Una maestría vale más de veintidós millones de pesos y cualquier posgrado por supuesto. Lo único que no se puede comprar es la experiencia y ese debe ser el rasero y la el ejercicio de la judicatura debe estar sometido a periodos constitucionales ya que se han vuelto vitalicios y propicios únicamente para lograr pensiones ojalá altas.

Es cierto que todos los abogados no pueden ser medidos con la misma vara, pero el abogado sin ética o sin moral publica o social nace en el hogar que lo formó con la mentalidad de que el abogado debe llenarse de dinero y gozar de todos los juguetes tecnológicos caros. ¿Puede la Universidad controlar la moral y la ética del abogado? Esa cultura es de hogar y no de universidad Rousseau hablaba de que el hombre nacía bueno y la sociedad lo corrompía.

La universidad no corrompe a nadie porque el hombre es el producto de una familia u hogar o es hijo de la sociedad en que se trata de emular a los más bandidos y corruptos. Una falla del hombre simplemente.

La prolongación en el tiempo de seguir ejerciendo la judicatura o la magistratura se presta a la venta de justicia y hay abogados expertos, algunos mediáticos, que le dicen al cliente que le de un dinero demás para pagar al funcionario o éste hace sus negocios por terceras personas de confianza En una cosa estamos totalmente de acuerdo con el doctor José Gregorio Hernández y es que la larga permanencia del funcionario origina pereza en el funcionario para estudiar y simplemente leyendo el código sigue la inercia del conocimiento y es un daño a la justicia que se le hace. La judicatura y la magistratura no debe ser escenario natural para que se vaya allí a conseguir buenas pensiones para salvar la vejez.

La ética debe estar en cada abogado y el régimen sancionatorio debe ser exigente si queremos el perfil de un nuevo abogado útil a la Patria. Afortunadamente todavía hay modelos de abogados que pueden ser el espejo de lo nuevos que no paran de correr.