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Escrito por:

Arsada

Arsada

Columna: Opinión

e-mail: armandobrugesdavila@gmail.com



A principios de la semana pasada un informe publicado por la prensa nacional, señalaba que un centro de investigaciones conocido como InSightCrime manifestaba que las Farc podían estar recibiendo por concepto de narcotráfico entre 500 y 1000 millones de dólares al año.

Que además tenían estrechos vínculos con el narcotráfico y las bandas criminales, y que muchos colombianos, tenían la preocupación que muchos de estos delincuentes una vez acordada la negociación en La Habana, terminaran al servicio de las bandas criminales.

Para concluir que con el desmantelamiento de los carteles de Medellín, Cali y Norte del Valle, y "desmovilizadas" las autodefensas, si a la guerrilla se les daba por asumir el negocio, podrían convertirse en el grupo criminal más poderoso de Colombia.

Era un informe para el cual no había posibilidad alguna de paz, porque aún logrado un acuerdo se terminaría nuevamente en la guerra.

Luego averiguando sobre el llamado centro de investigaciones InSightCrime, resultó ser una organización "sin ánimo de lucro de periodismo, organización y consultoría especializada en el crimen organizado en América Latina".

Fundada en 2010 con el respaldo de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) de Colombia, que en su página web manifiesta haber sido creada con el propósito de "generar conocimiento de manera objetiva y generar iniciativas que contribuyeran a la superación del conflicto armado en Colombia y a la construcción de una paz sostenible, desde el respeto por los derechos humanos, la pluralidad y la preeminencia de lo público".

La FIP cuenta con el apoyo financiero de la Fundación Open Society, a la que en agosto de 2010, se unió el Centro de Estudios de América y Latino América de la Universidad Americana.

A primera vista los propósitos de la Fundación Ideas para la Paz y los de InSightCrime, parecen no coincidir. Sus propósitos son diferentes, pero terminan revolviendo todo y conceptuando sobre lo mismo. Es mas, en dicho informe se dice que esta última lleva a cabo investigaciones en México, Colombia, Venezuela y últimamente en Salvador y Guatemala para organizaciones privadas y gubernamentales.

Tratándose según dicen de "investigaciones de campo, en la que proporcionan informe detallado sobre el terreno de la investigación y el análisis de nuestros clientes". Propósitos que por lo amplio no quedan claros y dejan muchas inquietudes.

El músculo financiero de una y otra lo son la Open Society Foundations, y la American University. La primera fundada por George Soros, un reconocido neoliberal que cree que los mercados competitivos son la mejor manera de organizar la sociedad.

Especulador financiero de origen polaco, pero nacionalizado estadounidense, financiador de muchos proyectos sociales anticomunistas en Europa y América Latina. En tanto que la American University, es una entidad privada afiliada a la Iglesia Metodista Unida. Fundada en 1914 la cual sin abandonar su categoría de centro de estudio, en 1917 se convirtió en el lugar de nacimiento del programa de armas químicas de los Estados Unidos.

A principio de los sesenta el Departamento de Defensa y la CIA la convirtieron en el centro de operaciones de la archiconocida Operación Camelot, (estudio sobre guerra psicológica que a la sazón realizaban para el ejército americano, grupos de investigación privados sin ánimo de lucro), que la presión pública estadounidense hizo cerrar.

Dilucidado el tema solo se puede llegar a la conclusión que tal informe estaba sobrecargado de intereses ideológicos muy perniciosos y contribuía a todo menos a desarmar los ánimos que nos pudieran conducir a un exitoso proceso de paz. Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que leemos, la mayoría de las veces no se trata de liebres sino de gatos callejeros bien adobados y empaquetados.



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