Locos de remate

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



Soy el hincha número uno de la Selección Colombia, así como también lo soy del gran equipo de mi tierra el Unión Magdalena, no obstante, alcanzar la segunda estrella o ganar el campeonato mundial de fútbol no es motivo suficiente para convertirme en un loco irresponsable que transita en motocicleta o en cualquier otro tipo de vehículo poniendo en peligro la vida de mis semejantes, cada vez que empatamos con Argentina o le ganamos al América de Cali.

El desorden ocasionado por los mal llamados hinchas de la Selección Colombia no es más que la demostración inequívoca de que vivimos en un mundo cargado de ignorancia. Sí, la realidad es que hacemos parte de un mundo en el que situaciones como estas nos conducen a actuar como monos de circo en vez de motivar el pensamiento en el camino de reflexionar qué tipo de personas útiles a la sociedad podríamos llegar a ser.

Es cierto que los años de juventud se van tan rápidamente como llegan y que la vida hay que disfrutarla al máximo, sin embargo, vivir y disfrutar la vida no es encaminarse por la senda de la locura, sino, actuar responsablemente en cada una de las situaciones que esta misma vida sabiamente nos concede para alcanzar la felicidad.

No vivimos o morimos por una derrota, un empate o un triunfo de la Selección, no. Vivimos para aprovechar al máximo las oportunidades que Dios y la misma vida nos ofrece para vivir como verdaderos seres humanos en esta tierra. No es justo con los demás o con nosotros mismos, que vivamos irresponsablemente en pos de la locura, el fanatismo y la ignorancia, porque por causa de ellos hacemos mal, así como a los demás, a nosotros mismos.

Claramente digo, hincha número uno de la Selección Colombia, no fanático del desorden, amante de la irresponsabilidad o amigo de la violencia que se manifiesta irracionalmente en las calles samarias después de cada partido de fútbol.

Desafortunadamente, existen miles de fanáticos que se mueven irresponsablemente como bólidos humanos en medio de las calles de las ciudades colombianas ocasionando la muerte de sus semejantes. Sí, son esta clase de fanáticos imprudentes los responsables de las agresiones causadas a otros por una camiseta o un gol.

No sé en qué tipo de mundo vivimos, pero la verdad creo que a nadie le interese saber en qué tipo de mundo vive, porque realmente lo único que nos interesa como especie es alcanzar a cualquier precio, nuestras insanas ambiciones.

Que mueran niños o niñas en las funestas caravanas motorizadas en las calles de Santa Marta es un hecho que a pocos les interesa conocer o debatir, incluso nosotros como padres terminamos siendo los auspiciadores de estas tragedias cuando combatimos a las autoridades por implementar las medidas correctivas necesarias, impulsamos el pensamiento egoísta de nuestros hijos o simplemente nos hacemos los ciegos y los sordos ante las actuaciones equivocadas de estos.

¿Cuántas muertes más deben ocurrir en Santa Marta y en Colombia por causa de la irresponsabilidad de los locos al volante o por causa de la violencia indiscriminada que se filtra en el deporte, antes de que se adopten las medidas que se han de asumir?

No sé realmente cuántas muertes más deben ocurrir para que autoridades, padres de familia y sociedad asumamos el papel que nos corresponde como garantes de la supervivencia de una generación prometedora. Realmente no sé cuándo llegará el día en que dejemos de actuar irracionalmente. Solo espero que sea pronto porque este mundo se desangra a causa de la desidia y la apatía manifiesta de todos.

Para terminar, ruego a Dios que llegue el día en que nosotros como padres de familia y miembros de una comunidad despertemos de esta locura que acaba con lo único bueno que tenemos, nuestros hijos. Tomemos las medidas que sean necesarias antes que sea demasiado tarde porque la historia nos citará a rendir cuentas.



Más Noticias de esta sección