Estas dos siglas enfrentadas tienen una significación especial por cuanto en los países occidentales nos fijamos metas económicas, de crecimiento y que se traducen en el PIB (Producto Interno Bruto), mientras que en el único país del mundo, me refiero a Bután su objetivo primordial es la FIB (Felicidad Interna Bruta), es decir ante todo y sobre todo el pequeño reino busca la felicidad y el bienestar.
Ubiquemos a este territorio para la gran mayoría desconocido. Se encuentra en el Himalaya, en el sur de Asia, entre la India, Nepal y la China, totalmente montañoso, no tiene salida al mar, es de pequeño tamaño, con 800.000 pobladores. Su capital Timbu no sobrepasa los 90.000 moradores.
Nadie hablaba de estos habitantes hasta que el Rey respondió en 1972 a las críticas que le hacían por la pobreza económica, de que ellos pensaban no en la cultura de los números, la productividad o la rentabilidad sino en los factores de felicidad y riqueza de paz de su población.
El nombre del país es Drukyul, lo cual quiere decir tierra del dragón y el trueno, debido a que en las creencias locales los truenos son el sonido de dragones rugientes. Se visten los hombres con túnicas rojas de rayas y a la altura de la rodilla y las mujeres con chaquetas de seda.
La abundancia de su sociedad es por la felicidad y no por el producto interno bruto. Es el cultivo de la vibración espiritual profunda, de la conservación del medio ambiente y del buen gobierno. Es la calidad de vida en términos psicológicos y de buen vivir. Es el modelo de desarrollo espiritual.
En consecuencia la felicidad en Bután es un mandato constitucional. Sin embargo el 68% de los ciudadanos expresa no ser feliz. Es una paradoja. Tal vez el hecho evidente de carecer de agua potable y de aceptables servicios sanitarios de lugar a ese criterio de insatisfacción.
No hay ferrocarril, las carreteras por su topografía son deficientes y por ello los viajes entre sus pueblos se realizan en avionetas. Su comercio es con la India y sus relaciones exteriores se las maneja la India, no obstante lo anterior en la parte interna tiene plena autonomía.
Sus valores son básicamente tibetanos, habida cuenta de que predominan sus enseñanzas budistas, esto es la armonía, la solidaridad y la compasión como esencia de su razón de ser. Aún no se reconoce el voto femenino. La televisión entró en 1999 y la radio en 1973. En el 2004 se prohibió fumar a sus compatriotas, tan solo se permite excepcionalmente y con condiciones a los turistas extranjeros.
Históricamente a pesar de que han sido invadidos en múltiples oportunidades, siempre se han respetado sus raíces y costumbres. Fueron protectorado británico entre 1907 y 1910, de ahí que se reconozca como idioma oficial el inglés independientemente de la lengua propia con sus 19 dialectos.
Su religión es budista en un 70% y el otro 30% es el hinduismo. A partir de 1970 se autorizó la entrada de extranjeros. Su subsistencia es agrícola y ganadera para el 90% de su población. Existen dos bancos con sucursales en todo su territorio, más la utilización de los cajeros automáticos es masiva, dada la cantidad que tienen en existencia.
Acerca de la felicidad se ha hecho de ella una filosofía, es lo que todo ser humano desea, algunos países son más felices que otros y nosotros entre otras cosas en el 2013 somos en el planeta conforme a estadísticas los más felices del mundo. Curiosamente las naciones desarrolladas no son las de mayor felicidad. Suramérica y Centroamérica encabezan este ranking.
El día internacional de la felicidad se creó en julio de 2012 y en marzo de 2013 fue la primera celebración. Vale la pena anotar lo que plasmaron en frases algunos escritores, pensadores, políticos y filósofos sobre la felicidad:
Gabriel García Márquez: "No hay medicina que cure, lo que no cura la felicidad".
Benjamín Franklin: "La felicidad se hace con pequeñas cosas, que suceden todos los días".
Aristóteles: "Solo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es juego".
Jean Paul Sartre: "No es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace".
Isabel Allende: "La felicidad que se vive deriva del amor que se da".
A mi juicio cada uno se labra su felicidad. Empero si hay pensamiento positivo, cuidado de la mente, el espíritu y el cuerpo y compromiso con sus metas profesionales y personales es más fácil conocer la felicidad.
Hay que valorar y cultivar la amistad, aprender a perdonar y desarrollar estrategias para lidiar las situaciones difíciles y hacer lo que le gusta. Así percibirás felicidad.