Hay funcionarios que han dado ejemplo de su rectitud como el exministro de Justicia Esguerra, quien renunció, cuando el escándalo de la fallida reforma a la justicia o la exfiscal Viviane Morales por los serios cuestionamientos de su consorte. Pero es demasiado reprochable que casi nunca un funcionario del Estado, asuma sus responsabilidades.
Ernesto Samper fue mandatario entre 1994 a 1998. Se comprobó de todas las maneras y evidencias que a su campaña ingresaron más de seis millones de dólares del Cartel de Cali. El exmandatario alegó que todo fue a sus espaldas.
Celebre fueron el tema del elefante de monseñor Rubiano y los dibujos del mismo del maestro Osuna. Desde luego que los colombianos con dos dedos de frente no le creímos ni creemos. Jamás renunció y jamás se disculpó con el país. Por el contrario escribió hace poco un libro sobre el tema de las drogas.
Simón Gaviria, aceptó que firmó la Reforma a la Justicia sin leer lo que había firmado, éste jovencito es el director del Partido Liberal y no renunció por lo menos a la dirección de su partido. Es un personaje hecho a la medida de los medios de comunicación. Hijo de quien sabemos, es un claro ejemplo de que está es una nación de privilegios donde la mayoría llega por sus apellidos y no por méritos.
Varias magistradas y magistrados, todos con justificación remunerada, van de paseo por Bonaire, Aruba, Curazao y Panamá, durante cinco días. Seguro la pasaron de lo lindo, comiendo manjares, bebiendo trago y haciendo costosísimas compras; una de ellas, nada más ni nada menos que la Presidenta de la Honorable Corte Suprema de Justicia, se lleva los procesos a su cargo, para estudiarlos durante el paseo. Ninguno se pronuncia. Y todos frescos como si nada.
A diario muchos funcionarios públicos son objetos de señalamientos por grandes indelicadezas pero se atornillan al poder al costo que sea. Una verdadera democracia, debe tener como finalidad, que un servidor público quien representa al Estado, debería asumir su responsabilidad política, pero acá en la mente de muchos, eso no existe.
Todo tiempo pasado fue mejor. ¡Eso dicen! Marco Fidel Suárez renunció a la presidencia porque vendió su sueldo, porque no tenía cómo cubrir los gastos de la enfermedad de su hijo y a Alberto Lleras, sus amigos decidieron hacer la vaca para regalarle un carro cuando dejó la presidencia.