La supremacía en el fútbol

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



Quienes tuvimos la oportunidad de ver los dos partidos de la liga europea entre los equipos españoles y alemanes en canchas germanas y luego en los estadios hispanos, nos dimos el gusto de apreciar cuatro brillantes jornadas futbolísticas de lucha, pundonor, entrega, solvencia, velocidad y manejo del balón donde los 22 jugadores dejaron el alma y el corazón en las gramillas respectivas.

Tanto de locales como de visitantes el Borussia y el Bayern, fueron avasalladores y contundentes, ante dos rivales El Real Madrid y el Barcelona, que a pesar de que pusieron todo su empeño y enjundia, no pudieron ante los panzers, que demostraron su actual calidad y dominio, pero sobretodo sus ganas de ser los finalistas en esta copa de Europa.

Los partidos el primero entre Real Madrid y Borussia en Alemania fue disputado arduamente, pero el marcador de cuatro goles a uno nos hace ver que era bien difícil remontarlo en el Santiago Bernabeu. Pero ese gol de la honrilla permitió que estuviese a punto de clasificar para la final el onceno merengue, por cuanto en los últimos minutos en Madrid hasta el portero Diego López estaba en el área pendiente del cabezazo en el cobro del tiro de esquina, incluso corriendo riesgo su arco. Pero había que jugarse el todo y por todo. Les faltó la moneda para el peso. Gozaron los alemanes esa derrota habida consideración de que por poco regresan por fuera de la final.

Las dos concluyentes victorias del Bayern frente al Barcelona, que ni siquiera en el Camp Nou pudo hacer un gol, definitivamente los dejó muy mal parados. Se creía que en la capital catalana la circunstancia iba a ser distinta y que podía haber el milagro de alzarse con un marcador favorable para la clasificación. Pero peor no ha podido sucederse. Una blanqueada de tres por cero. Los teutones ciertamente humillaron al hasta hace muy poco el mejor equipo del mundo.

Algunos comentaristas deportivos dicen que quizás con Messi en el segundo partido de vuelta la cosa hubiese sido de otra manera. La respuesta a esa hipótesis la dio Piquet, quien no dudó en decir que con él o sin él, el resultado no habría variado. Sin embargo lógicamente el interrogante favorece a Lionel.

Examinando con cuidado las recientes salidas del Barcelona cabe anotar que una vez Guardiola abandonó sus toldas, los grandes triunfos pasaron a configurarse en historia. El invencible cuadro empezó a flaquear y aún con Messi y sus alfiles titulares han tenido que saborear tragos amargos, con muchos goles en su contra, que los han puesto en tela de juicio dadas las goleadas y palizas como las recibidas con el Bayern.

Estos fracasos no se podían percibir en un equipo magníficamente bien sincronizado y armónico, que siempre se exhibía como una orquesta futbolística, cuya batuta era ejemplar con el director técnico Guardiola, entre otras cosas un motivador de motivadores y próximamente director técnico del Bayern.

Por lo que concierne con el Real Madrid aunque su eliminación no fue tan estruendosa, igualmente ha producido traumatismos, conflictos y divisiones. Se presume la salida del director técnico Mouriño quien es esperado de plácemes en el Chelsea.

Su paso al frente del Real a mi juicio no fue el mejor, más logró algunos triunfos significativos. Tuvo muchas discordias con algunos jugadores, primordialmente con el arquero Casillas. Su temperamento algo colérico y su manejo un poco dictatorial crea y efectivamente ha creado en todas partes donde ha estado problemas y desavenencias con los directivos y con los integrantes de los equipos.

No hay motivo para sorprendernos por las buenas performances de los alemanes, puesto que han sido varias veces campeones mundiales, han ganado la liga de campeones en 4 ocasiones y su disciplina, dedicación y sentido de responsabilidad, los ha caracterizado en todas sus actividades humanas y como es obvio el futbol no es la excepción.

El próximo 25 de mayo en el famoso estadio inglés de Wembley, totalmente reconstruido, veremos una final extraordinariamente reñida y que sin lugar a dudas, deleitará a los aficionados al deporte de las multitudes. Habrá que estar al frente de la pantalla.

Es la ventaja de la era moderna, con el gran avance de las telecomunicaciones. A la hora en que acontecen los hechos, simultáneamente se pueden ver en cualquier lugar del mundo.