El presidente Jirafales

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Francisco Galvis Ramos

Francisco Galvis Ramos

Columna: Contrapunto

e-mail: contrapunto@une.net.co



Solicito la venia y licencia del torpe profesor del mismo apellido y de Chespirito, para referirme en esta ocasión al presunto presidente de Venezuela que, agobiado por delitos electorales y de otra naturaleza, anda ahora metiéndose en camisa de once varas trascendiendo las fronteras del abatido país.

Aparte el tendal de muertos y contusos que ha dejado su infame atornillamiento al poder y al erario mismo, como truhán de media noche que es, ha pretendido entrar a saco roto en la dignidad de un ex presidente de Colombia que, para las mayorías salvo los comunistas de todos los partidos, no admite manoseos.

Ni Chávez, con todo lo altanero y procaz que fue, se atrevió a los extremos de tildar de aquella manera grave al señor ex presidente Uribe. Pero es claro que de la abundancia del corazón de Jirafales habla su lengua zafia, hoy y todos los días, porque no es sino oírle los dicterios del olor excremental que a diario suelta sobre sus connacionales escarnecidos, porque se le oponen.

Lo que debió merecer una protesta ipso facto del gobierno de Colombia, no lo fué. Santos y Holguín deshojaron margaritas por varios días con sus noches, lo que de por sí es sospechoso, hasta que la presión de las redes sociales y la oportuna exigencia del ex presidente Andrés Pastrana, sacaron de aquella mudez cómplice a los asociados con Maduro, Santos y Holguín, cada cual por motivos diferentes, para finalmente salirnos con un chorro de babas.

La historia nacional, llena de planos oscuros, grises y de vívidos colores, no había registrado conducta más ruin, cobarde y repugnante hacia un ex presidente por parte de un mandatario en ejercicio.

Al presidente Santos la conducta mendaz e ignominiosa del presidente Jirafales no le mereció una tajante protesta pública, ni tan siquiera una nota de protesta. Al contrario, el embajador venezolano fue convocado por la Canciller al Palacio de San Carlos a tomar el té con deliciosas almojábanas provistas por La Puerta Falsa, para decirle que si y que no, que perdiera cuidado y llévele saludes a su jefe, que se le recuerda mucho, y quizás algunos vinillos y algo de jazz.

El país en pleno, los más por amigos del doctor Uribe y los menos por enemigos, requiere saber los términos precisos de la tenida entre canciller y embajador. Mientras tanto la cuestión seguirá pendiente, porque, es de tal índole grave, que no puede ser objeto de un secreteo entre comadres.

Tiro al aire: A Roy Barreras le practicaron un TAC en búsqueda de una hernia discal y le encontraron una EPS en liquidación.



Más Noticias de esta sección