Debate nacional

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Rojas Centeno

Carlos Rojas Centeno

Columna: Opinión

e-mail: carlosrojas9114@outlook.com


Nuestra Constitución política en su artículo primero señala que Colombia es un Estado Social de Derecho y en los subsiguientes artículos les atribuye a los gobernados un catálogo de derechos y libertades, tales como el derecho a la vida, libre desarrollo de la personalidad, la igualdad, libertad de culto y conciencia etc.

A partir de lo anterior, parte de la sociedad colombiana no entiende porqué en nuestro país en algunos asuntos específicos existe disparidad, no entiende la sociedad colombiana porqué la oposición a proyectos de ley que reglamenten el aborto, la eutanasia, la despenalización y legalización de la dosis mínima y la existencia del matrimonio igualitario.

En Colombia existe un gran rechazo a la despenalización de la dosis personal, pero también es cierto que la despenalización cambia el rumbo de la política de drogas en Colombia, teniendo como efecto primordial la no retención de personas por porte de drogas en especial los jóvenes que porten 20 gramos para marihuana y un gramo para cocaína lo que da lugar para que nuestros policías se ocupen de asuntos más importantes, otro efecto es que el Estado sería el encargado de controlar la venta y se acabe con una fallida política prohibicionista que nos llena las cárceles de enfermos y adictos y no de delincuentes. Respaldo la decisión de la Corte Constitucional de ratificar la sentencia C-491 del 2012 por el cual se condiciona la tipificación del delito de tráfico y porte de estupefacientes, el hecho de que se despenalice la dosis mínima no me hace consumidor.

Otro tema de debate nacional es la eutanasia, la cual para ser entendida debe alejarse de todo precepto moral-religioso y comprender que se trata de la decisión de un individuo que no quiere seguir prolongando intensos sufrimientos que son incompatibles con la dignidad por lo que nadie puede oponérsele a su resolución ya que, no quiere seguir alargando su vida dolorosa, en este sentido la vida debe entenderse como un bien como cualquier otro y que su titular a causa de padecimientos graves e intensos toma la decisión de suprimir su vida al pedir que alguien lo ayude a morir.

Al igual que la eutanasia está el aborto, el cual ha sido entendido desde la perspectiva de fanatismos, de dogmas y preceptos irracionales por posturas extremistas que consideran a la madre abortista aún en los tres casos permitidos por la Corte como delincuentes, convertir el aborto en delito no elimina el problema, el cual es un problema social y de salud pública, dichas posturas lo que conlleva es a la clandestinidad, su vida es su vida y la mía es la mía y las mujeres que tomen dicha decisión tienen el derecho a que se le respete, tienen derecho al libre albedrio así como ustedes lo tienen, el apoyo del aborto en los tres casos permitidos no convierte en abortista ni a mí ni a nadie, eso solo depende de cada persona la cual tiene derecho a reproducirse cuando quiera y no cuando la ley moral y divina se lo autorice.

Los colombianos hemos gastado muchos días y tiempo a estos temas, a muchos se les olvidó que somos una sociedad laica y que las decisiones que afecten a la comunidad en general deben alejarse de las creencias religiosas. Respeto enteramente las creencias de los demás, pero no estoy de acuerdo en que lo que contraríe al culto de unos pocos perjudique al clamor nacional, hoy en nuestro Congreso se busca el matrimonio igualitario, este es un Congreso que está influenciado por el pensamiento arcaico y conservador pero que con iniciativas como la de Armando Benedetti, quien no se pone del lado de los gay, sino que está del lado de la igualdad, libertad, dignidad y de todos los derechos de los civiles en nuestro país; bochornosa la protesta hecha por cristianos a la salida del Congreso dejan dicho que sobreponen sus creencias por encima de los derechos que constitucionalmente tenemos todos los colombianos.