Situaciones de riesgo en la juventud

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Abordamos en esta oportunidad sin duda alguna un problema que los adolescentes viven, al buscar estereotipos y no poder realizar ideales propios. No se sienten cómodos en su entorno natural, manifiestan que no son tenidos en cuenta por la sociedad, es así que terminan integrando pandillas como única solución.

Críticos serios y bien argumentados que representan el sentir de la juventud de hoy, sus actos proactivos al bienestar y hechos que alteran el orden, sostienen sin pudor y sin conservar límites propios de la coherencia, rótulos descalificativos con que desprecian coincidencias en la crítica, mostrando aspectos de fondo de diversas interpretaciones conceptuales en el quehacer de los jóvenes de hoy.

Este es un deber impostergable que requiere altura moral y argumentos razonables, que cumpla un verdadero propósito misional, estructura y funcionamiento de mecanismos contemplados para adoptar nuevas normas que permitan escenarios de capacitación. Imperativo estos para potenciar la participación de los jóvenes en sus diferentes conductas dentro de la sociedad, sometidas a una valoración preliminar estándares de cumplimiento y calidad.

En este proceso que conduce a los jóvenes del modernismo actual, los impulsa a actuar de tal forma que en múltiples y reiteradas ocasiones, estos se desvían del camino ético, moral, coherente para involucrase en propósitos no deseados, malsanos que afectan a la sociedad. Por ello se requiere someter a juicio estas conductas, aprobar y registrar condiciones exigidas; el resultado final que muestra hoy el desconsolador panorama es lamentable si se mira un indicador para medir el avance.

Entre los jóvenes se establece y se mantienen fuertes cohesiones emocionales y el uso de otros elementos para construir identidad, factor este que tiene especial relevancia en tiempos de incertidumbre; cuya decisión afecta de manera definitiva el mundo de los jóvenes. Estas excentricidades, afirman como realidad la tradición de las familias en este país como algo muy natural y que se expresa a veces como juegos, ironías, torpe motricidad y escasa perspicacia que desencadena un notorio y evidente fortalecimiento de la intolerancia en la juventud; sirven muchas veces palabras de concordia para ocultar sentimientos de rencor y exterminio, ocultando tras la bondad de las palabras la impiedad, hecho nocivo e inconveniente desde todo punto de vista.

En virtud del desarrollo de esta temática se origina con felina agilidad un serio e inminente acontecimiento social que requiere con urgencia la participación de los padres, esto hace referencia a la autoridad y liderazgo que se exige de sus máximos orientadores como célula esencial de la sociedad, evitando así que los jóvenes incursionen prontamente en actos delictivos; por el contrario urge con vital premura fortalecer valores que garanticen espacios de acción y articulación que propicien definir rutas y viabilicen la participación e integración en planes significativos.

Es importante construir una nueva sociedad integrada por jóvenes proactivos y edificantes, se requieren hoy más que nunca a fuerza de voluntad, resurgir el bien y erradicar el mal. Un mensaje a los jóvenes es que mientras ellos luchen hacia el bien, persistan en la innovación, la apetencia de estímulos, estará allí siempre, flotante y dispuesta para influir en múltiples resoluciones de conflictos. La juventud de hoy debe ser productiva, positiva, efectiva, ambiciosa, llena de entusiasmo por las maravillas que el mundo ofrece.