Alkaseltzer con sabor a Naranjo

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



La historia política de América Latina está plagada de caudillos y dictaduras militares que han intentado convertirse en salvadores de sus pueblos con los resultados que todos conocemos.

Muchas encuestas han mostrado que a lo largo y ancho de América Latina, los ciudadanos estamos dispuestos a soportar una dictadura con tal de que desaparezcan los males que nos aquejan y contra los cuales pareciera que la democracia es inoperante e incluso cómplice de su obstinada presencia.

Este anhelo de encontrar un mesías, un caudillo, un papá que a punta de garrote nos vuelva disciplinados y gente de bien, es parte de nuestra idiosincrasia latinoamericana. En Colombia como consecuencia de nuestra historia reciente, este anhelo es llevado a los extremos, y es así como un gran sector de la opinión pública cree que todo se puede resolver con bala y autoritarismo.

El relativo éxito de la Seguridad Democrática del expresidente Uribe pareciera darle la razón a quienes así piensan. Y es esta visión predominante en nuestra sociedad actual, la que en gran medida explica el fenómeno Naranjo.

Creo que la favorabilidad del General Naranjo en las encuestas para llegar a la Casa de Nariño en el 2014 fue una sorpresa hasta para él mismo. Como yo lo veo, más que ser un candidato verdaderamente viable, la preferencia por el General es una expresión concreta de ese clamor por un cambio con autoridad, que no está exento de las nostalgias por el autoritarismo de Uribe.

El General es asociado con los golpes más exitosos contra las Farc, ha sido también reconocido mundialmente como un policía excepcional, y en el imaginario colectivo, es un militar aunque no lo sea. Sería el papá perfecto que andan buscando muchos colombianos, para que a la fuerza le ponga orden a la casa, y le dé duro a las Farc y similares.

Haría bien el General en mantenerse marginado del proceso electoral porque es uno de esos candidatos que probablemente se desinflaría tal como le sucedió a Mockus. Me atrevo a afirmar que la gran mayoría de los que hoy registran bien en las encuestas, correrían con esa misma suerte, incluyendo a Pacho Santos. En política, aquí y en Cafarnaúm, se gana con organización, con maquinaria y con presupuesto, de tal forma, que a pesar de lo que dicen las encuestas, si Santos decidiera lanzarse, probablemente ganaría. Real Politik básica.

Los cambios, sobre todo los grandes cambios sociales y económicos, solo son posibles cuando están apalancados en un sistema. El líder, el caudillo puede servir de catalizador e impulsor del cambio pero si no hay un sistema que le de viabilidad real a las ideas, el caudillo gobierna como tal, y a falta de logros reales, se dedica a construir un culto a su persona para mantenerse políticamente vigente. En Cuba es Fidel, en Venezuela es Chávez, y en Colombia es Uribe. Gobiernan para crear la percepción de que son indispensables para el bienestar de la nación. L'etatc'estmoi.

Lo que realmente muestra el buen registro de Naranjo, es que los mayores miedos y angustias de los colombianos están en el área de la seguridad pública, y que el país siente que Santos ha sido blando en esta área. Mucha gente extraña el autoritarismo de Uribe porque les daba la sensación de autoridad. Esta es la gente que no entiende que la receta del plomo ventiado se agota y deja de funcionar, y que solo es una estrategia para lograr algo más, salvo que estemos hablando de exterminio total.

El equipo Santos debe interpretar bien estas encuestas y no quedarse en lo obvio. El mayor peligro para Santos si decidiera lanzarse o no, no es Uribe, ni su primo, ni Naranjo, sino él mismo y su aparente inhabilidad para sintonizarse con las angustias de los colombianos, y para darles soluciones concretas y tangibles.

Las encuestas más que medir las posibilidades reales de ciertos candidatos, son una foto de lo que está sintiendo la gente y cuáles son los temas que realmente les preocupan o donde sienten que un gobierno tiene serias falencias.

Cierto es que no se debe gobernar para mover encuestas, pero tampoco pueden ser ignoradas. Las encuestas hoy, son otra expresión de la voz del pueblo.