Tras la revelación que hicieron diferentes medios a través de una foto, donde se evidencia que funcionarios de la multinacional Drummond vierten carbón al mar de Santa Marta de manera indiscriminada, se han desatado muchas críticas a nivel local y nacional y los pronunciamientos de las autoridades encargadas de vigilar no se ha hecho esperar.
Aunque la compañía en su informe insiste que se trata de un accidente industrial, debió avisar de lo ocurrido los días 12 y 13 de noviembre, lo cual prefirió callar, a sabiendas del daño medio-ambiental que le causa a nuestro mar Caribe, a esto hay que sumarle la multa que se le impondría según el ministro Juan Gabriel Uribe que ascendería a los 2.497 millones de pesos, pero la arremetida contra Drummond no queda allí, la Fiscalía por medio de su unidad nacional de delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente inició una investigación preliminar para establecer que sí existió afectación al agua oceánica y sus especies marinas.
En mi opinión Corpamag e Invemar le deben imponer un castigo ejemplarizante a la multinacional, no solo concerniente a una multa en dinero, sino obligarla emprender una campaña educativa y de socialización acerca del impacto ambiental causado por la imprudencia, a esta iniciativa se le debe sumar la gobernación y la asamblea de diputados del magdalena, pero debe ser una verdadera una iniciativa y no un contentillo del momento.
A toda la problemática escandalizante que vive la Drummond y para el infortunio de la industria carbonífera del país, desde el miércoles 6 de febrero empezó en firme un paro laboral en el cerrejón, paro que se sigue ampliando por las diferencias entre el gobierno, la compañía y el sindicato del carbón (Sintracarbón) ya que existen desacuerdo en materia salaria y en peticiones acerca de los beneficios en salud, educación y transporte.
El gobierno nacional por medio de su ministro de Trabajo, Rafael Pardo Rueda, ha intentado ser mediador entre trabajadores y la empresa, pero dicha iniciativa ha sido inútil, ya que trabajadores se mantienen en su propuesta del aumento salarial de 7 por ciento para el primer año y una alza para el segundo de de dos puntos, mientras que la compañía se compromete a subir hasta un 5 por ciento para el primer años y 1.4 según el índices de inflación para el segundo, ante dicha situación de no acuerdo siguen paralizadas las operaciones en la compañía lo cual se ven afectados distintos sectores del país.
Sin duda el carbón se encuentra en problema, primero con la imprudencia de la Drummond al arrojar alrededor de 500 toneladas al mar y callar lo ocurrido agudizando el daño ambiental a este, a ello le sumamos el cese laboral de trabajadores del Cerrejón por diferencias con esta compañía, dichas situaciones tienen en parálisis la locomotora carbonífera del país, es decir alrededor de un 70 por ciento de la industria del carbón y principal producto mineral del país se encuentra en stand by lo que se ve reflejados en pérdidas tanto para trabajadores, para la compañía y para las regiones del Magdalena y La Guajira.