No existe peor ciego que aquel…

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos… (Mateo 13:15). No creo que Dios haya engrosado el corazón de los hombres para impedir que veamos con claridad lo que ocurre a nuestro alrededor, simplemente no queremos ver. Si así sucedió con Israel en la antigüedad, sucedió porque a su clase dirigente solamente le interesaba ver y escuchar lo que le convenía.

La clase dirigente de Israel cerró sus ojos y oídos para no escuchar acerca del dolor del pueblo, y se acostumbró a imponer su propio criterio, creencias y bienestar, por encima del criterio, creencias y bienestar de los que sufrían. Los fariseos y saduceos imponían en forma amañada sus leyes y pensamientos, sin considerar en forma alguna el pensamiento y la posición de los demás.

Al igual que en la antigüedad así mismo sucede hoy día, vemos y escuchamos lo que queremos, mas no lo que debemos. Pereciere que algo o alguien, hubiese engrosado nuestros corazones.

Hoy en pleno siglo XXI, la política corrupta, los violentos, la televisión, la religiosidad, el fanatismo, la locura socialista, el capitalismo rapaz, la maldad, el terrorismo, la delincuencia, la falsedad, la hipocresía, el populismo, la demagogia, la anarquía, etc., manipula criminal y miserablemente el pensamiento y los sentimientos del hombre de buena voluntad solo para impulsar los fines más sucios y corruptos que se puedan imaginar.

Se manipula deshonestamente el pensamiento del hombre para favorecer los negocios de personajes funestos que se vinculan con una familia, una casta, una escuela de pensamiento, un núcleo religioso, o un grupo social en particular.

Busquemos livianamente en cualquier ciudad, y seguramente encontraremos los bandidos que consumen los recursos de la nación para enriquecerse y enriquecer a sus socios, camaradas, compinches o como los quieran llamar. Miremos simplemente lo que sucede en nuestras ciudades y veremos cómo los corruptos utilizan el sufrimiento, el hambre y la pobreza del pueblo para alimentar su ambición desmedida.

Basta con mirar a nuestro alrededor más cercano para ver como miles y miles de sinvergüenzas, disfrazados de ovejas utilizan la religión para enriquecerse y para impulsar guerras santas en las que mueren diariamente miles de inocentes.

Basta con mirar el espectáculo bochornoso que ofrecen los bandidos de las Farc y sus secuaces, cuando utilizan el dolor y el sufrimiento de las familias de los secuestrados para armar el circo y la burla más grande que se pueda orquestar en contra del pueblo colombiano. Basta con mirar a nuestro alrededor para percibir cómo estos criminales asesinan niños, mujeres y ancianos, y destruyen lo poco que, en un país como Colombia, la gente puede obtener.

Basta con mirar a nuestro alrededor para percibir la capacidad que tienen las mentes criminales al servicio de la política corrupta, el terrorismo, el narcotráfico, el fundamentalismo religioso, el socialismo, el capitalismo rapaz y la actitud oportunista de algunos medios de comunicación, y para darnos cuenta que somos presa de la maldad expuesta de esos personajes que nos atormentan y nos inducen a actuar como ellos desean que hagamos. No es Dios quien ha engrosado nuestro corazón. Simplemente somos el resultado de la maldita manipulación que, sobre nuestros pensamientos y nuestra mente, ejercen los corruptos para acceder fácilmente al poder y las riquezas.

Dios no ha engrosado el corazón del hombre, simplemente, durante miles de años, los criminales han apelado a la buena intención de la conciencia humana para alcanzar sus objetivos viles. ¿Hasta cuándo permitiremos que los miserables nos induzcan a tomar el camino que ellos desean que tomemos?, ¿Hasta cuándo vamos a permitir que los deshonestos sigan manipulando nuestro pensamiento? Espero que esto acabe pronto. ¿Usted qué piensa?