Predicciones para el 2013

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Después de que los Mayas nos quedaron mal, nos mamaron gallo o no les entendimos bien su calendario, o que nuestros agoreros de cabecera no comprendieron el mensaje, o buscaron la forma de lucrarse o publicitarse con el "fin del mundo", lo que es más probable, no lo sé, hay una búsqueda frenética de otras fórmulas para adivinar el futuro de cada individuo y de la humanidad entera, algo que agobia a los humanos desde los inicios de los tiempos.

Con ciega fe de carbonero y cándida ilusión, las gentes exploran en busca de los profundos arcanos que el futuro esconde; métodos hay por rimeros y cada quien busca el que más se acomode a sus esperanzas: tarot, horóscopo chino y de los otros, carta astral, velas, tabaco y cigarrillo, café y té; ornitomancia, aeromancia, actinomancia y astromancia descifran acertijos mirando al cielo, observando pájaros, nubes, estrellas y planetas.

Oráculos, runas y humo; semioscuridad, aromas y túnicas; muertos, vivos y avivatos que aparecen por doquier; ábacos, alfileres, cera derretida, espejos, huesos de animales y animales vivos, cenizas, que sé yo; todo sirve cuando de presagiar el provenir se trata; claro está, a cambio de unos buenos pesos que desocupan bolsillos mientras llenan de entusiasmo a los crédulos clientes.

De paso, se aplican protecciones, contras, baños, sahumerios y todo cuanto sortilegio sirva para espantar la mala suerte, sacar las energías demoníacas, evitar el mal de ojo, exorcizar envidias, hacerse invisible al enemigo, descifrar el Baloto, acertar el chance, lograr el anhelado amor, o triunfar en los negocios. Magos, hechiceros, brujos, nigromantes, pitonisas y sibilas, sacerdotisas, adivinadoras, astrólogos y augures abren ventanas, rasgan velos y separan las cortinas del presente para admirar el futuro; Olimpia, Delfos, Dádimo y Dodona en su esplendor. Bazar de culebreros.

Quizás las observaciones iníciales de los cielos y su relación con ciertos fenómenos terrestres en los asentamientos humanos iníciales generaron las "primeras artes" adivinatorias, muchas de ellas vivas hoy en forma de seudociencias con lenguaje rimbombante y descrestador y, claro está los primeros avivatos que sacaron provecho de ese conocimiento.

Pero hay que entenderlo y asumirlo: una cosa es la influencia de las leyes de la física del Universo sobre cualquier cuerpo sideral que afecta mares, clima, vientos, temperatura y demás, y otra bien diferente es creer empírica y arbitrariamente que tales fenómenos influyen en la personalidad, el amor, la fortuna o el destino.

No obstante, los crédulos siempre esperan ir más allá de la realidad. Periódicos, revistas, computadores, televisores, celulares, tabletas y cuanto elemento sirva de instrumento para las mantikes. Época propicia para acumular pequeñas fortunas a expensas de adivinanzas, casi nunca afortunadas. Pueden decirlo los chinos, griegos, romanos o egipcios ancestrales.

Por ejemplo, en éste año 2013 (de suma 6, para los numerólogos), el de la Serpiente para los chinos, predicen la muerte de un presidente (o, de un ex; da lo mismo); osos, dragones y águilas a lo Nostradamus; derrumbes económicos que arrasan a unas naciones, pero también países en crecimiento imparable; guerras, terrorismo, levantamientos populares y catástrofes naturales por todo el planeta; la sempiterna crisis del Medio Oriente y las otras de Cataluña y el país Vasco; dioses y mesías que al fin llegan; cada signo del horóscopo tendrá viajes, amor, dinero y felicidad; velas, muchas velas.

Nada distintos del año que acaba de terminar. Para Colombia presagian crisis política, económica, protestas, candidatura a la reelección de Santos y la destitución o la revocatoria de Petro y otros; escándalos políticos a tutiplén, la clasificación de Colombia al mundial y otros lugares comunes además de los consabidos bochinches de los faranduleros, reales o promocionados. Siempre nace un ser predestinado.

Lo que sí queda claro es que nuestra sociedad, tan predecible, deja campo a la futurología con escasas probabilidades de fallo. La madre Natura, los políticos y faranduleros son el blanco preferido de los charlatanes. Y es fácil: cada año habrá un matrimonio o un divorcio entre los famosos; siempre habrá escándalos por cuenta de los politiqueros; eternamente, las finanzas están en crisis para la mayoría; no faltará algún asalto a los dineros confiados a las bolsas; tampoco, un terremoto de grandes consecuencias.

Un poquito de historia, algo de estadísticas, seguimiento a determinadas noticias y un poco de viveza nos pone muy cerca de abrir un centro de adivinaciones: cada cuatro años tenemos elecciones; cada septenio, un "Fenómeno del Niño" y luego sus secuelas; el año nos deja más de mil temblores en el Cinturón de Fuego del Pacífico; siempre habrá alineamientos astrales, hay que saberlo, por lo tanto eclipses y fenómenos siderales.

Agregue usted ahora un ambiente adecuado, vestiduras talares y algo de histrionismo; lenguaje etéreo, difuso y simbólico, y ya puede empezar a predecir lo que pasará de acá en adelante. Ah! Aliste una cuenta bancaria en el exterior; recuerde que media humanidad vive de la otra media; el vivo del bobo, y éste de papá y mamá. Le auguro muchos éxitos.