El acontecer diario que afrontamos en nuestra vida tradicional nos invita, nos reta a que estemos redireccionando planes, metas y proyectos con el propósito de llegar a un engranaje con nuestra familia, comunidad y sociedad.
Edad, entorno, circunstancias contrarias no deben ser obstáculos que impidan tomar la iniciativa, son por el contrario los hechos dicientes que nos permiten reflexionar, hacer un alto en el camino y continuar buscando logros. Si no aportamos como individuos, la sociedad no se nutrirá de ideales y ésta no cambiará así pensemos mucho y deseemos que la sociedad cambie. Saquemos, exterioricemos ese potencial de cambios casi enraizados de hechos que finalmente terminan moldeando negativamente la conducta del ser humano.
Es una preocupación que debe ser constante, la debemos visualizar, considerar como una tendencia con el fin de materializar ideales y lineamientos conducentes al mejoramiento permanente de nuestra condición y fortalecimiento de vida. Las transformaciones que queremos ver son para participar en su realización.
La familia la hemos descuidado, allí se forma una nueva sociedad, con que bases?. Debemos encontrarnos a la luz transparente de los distintos roles y lazos afectivos que nacen de la familia, para procurar un espacio mas sano, grato y prospero. El individuo en el manejo equilibrado de las relaciones sociales se enriquece, recrea y proyecta felicidad para que refleje un grado de compromiso y responsabilidad sin límites de experiencias placenteras.
No escuchar consejos, razones de nuestros mayores nos llevan a continuar y agudizar el caos que se vive. Quien no ha escuchado la frase "el que no oye consejo no llega a viejo", de vital validez, pero de poca aceptación en la actualidad; no se trata de imponer razones a la fuerza, utilicemos la persuasión, el convencimiento.
Sin cantaleta, que nos puede dar mejores resultados; los ejemplos de fácil traslado a esa persona que queremos que cambie nos da mas probabilidad en el marco de acercamiento sensible que coadyuva en materia de concientización a modificar resortes sicológicos, meditar, crear expectativas e involucrar la participación interactiva de hechos o acontecimientos importantes que trascienden en torno a nuestro roll social.
No encarar la situación, enmascararla, agudiza conflictos, robustece la animadversión que surge al confrontar la deliberación de determinado tema. Ni pesimistas, mejor realistas, con mucho optimismo para lograr no contaminar con incapacidades y poca visión a los demás integrantes de la sociedad, toda vez que para el pesimista no hay oportunidades, no hay claridad en los casos, todo para él, es adverso, incierto, oscuro e imposible de cristalizar ideas; quien es optimista abre un espacio, tiene una visión diferente.
Despojándonos de prejuicios, poniendo los pies en la tierra y con unas perspectivas de visión permisibles al seguimiento estratégico y consecución de logros, metas, planes, proyectos e iniciativas que propicien verdaderos cambios proactivos, positivos y significantes para nuestras vidas.
En cumplimiento a la Constitución Nacional y con el ánimo de contribuir a la modernización del aparato estatal, hoy por hoy las diferentes instancias, llámense familia, sociedad y Estado, están en la obligación dentro de un marco de responsabilidades a interactuar en forma coherente e inclusiva en aspectos como salud, educación, empleo, servicios públicos eficaces y obras de infraestructuras que redunden a mejorar la calidad de vida de la población.