Responsables de nuestra propia suerte

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Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



Como es costumbre cada año, desafortunadamente iniciamos la época de Navidad de la manera más trágica y dolorosa que se pueda conocer. Hace un par de días, alrededor de veintisiete personas perdieron la vida en un accidente de tránsito en las carreteras de Cundinamarca. De igual forma, un número considerable de niños han sido afectados en su integridad física por causa de la bendita pólvora en diferentes ciudades del país. ¿Quién tiene la culpa de esto? Pienso que todos.

Todos somos participantes activos de estos juegos macabros, y sin embargo, ni una sola persona se detiene a pensar un instante acerca de la gravedad del asunto. ¿Qué sucede? No tengo idea.

Vemos la actitud irresponsable de las personas que están a nuestro alrededor y nunca decimos nada. Compartimos con los locos que manipulan fuegos artificiales delante de sus hijos y no nos importa, es más, terminamos haciendo lo mismo.

Parrandeamos y festejamos con los irresponsables que descargan sus armas haciendo ráfagas al aire, y simplemente nos reímos del asunto. Como a nosotros nos sucede nada porque estamos blindados como superman, entonces folclóricamente decimos: no es asunto mío.

Observamos cómo un montón de irresponsables conducen sus automóviles en estado de embriaguez por las diferentes calles de las ciudades, sin importarle siquiera si trasladan en esos mismos vehículos a las personas amadas.

Vemos esto y mucho más, no obstante, no hacemos nada. Después queremos lamentarnos con llanto desgarrado y enojo. Pienso que realmente lo que sucede es que hacemos parte de una sociedad indolente e hipócrita en la que cada quien atiende las cosas a su oscura conveniencia.

Si señores, una sociedad hipócrita e irresponsable que se busca sus propios males. Nadie nos empuja hacia el abismo, sino que nosotros mismos lo hacemos posible.

No sigamos con el cuento ese de que Dios lo quiso así, porque estoy seguro que Dios no quiere que nos matemos unos a otros y mucho menos que actuemos irresponsablemente.

Dejemos de inventarnos tantos cuentos de brujas, duendes y maleficios, pues nosotros somos los culpables de nuestras propias tragedias. Actuemos y cambiemos el orden de las cosas y seguramente veremos resultados más optimistas.

Es el momento de decirle a quienes no les importa su propia suerte o la de los demás, que actúen con cordura. Si desean tomarse un vino o dos, en esta Navidad o en víspera de año nuevo, por favor no conduzca, pues arriesga su integridad física y la de aquellos que viajan con usted.

A los conductores y propietarios de los buses intermunicipales les recuerdo que es importante realizar la revisión técnica de su vehículo, si no la ha hecho. Actué como es debido y busque garantizar la integridad de sus pasajeros, pues la vida de ellos depende de usted.

No más pólvora, no más locos haciendo disparos al aire, y no más irresponsables al volante. Disfrutemos esta Navidad como debe ser, en paz y armonía. Y no pretendamos culpar a los demás por lo que sucede, porque en últimas somos los únicos culpables de nuestra propia suerte.

Felicidades a todos en esta Navidad, en Colombia y en el exterior. Son mis más sinceros deseos.



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