El cacerolazo del 5D

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Francisco Galvis Ramos

Francisco Galvis Ramos

Columna: Contrapunto

e-mail: contrapunto@une.net.co



El pueblo, para ser formidable, solo necesita manifestarse públicamente, como aconteció, por ejemplo, en las impropiamente llamadas democracias populares de la Cortina de Hierro, demostraciones que dieron al traste con los regímenes opresores comunistas sometidos por las élites de la también vencida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

En tiempos recientes han sido de fama las grandes concentraciones ciudadanas protagonizadas, entre otras, por las sociedades civiles de Chile, España, Estados Unidos de Norteamérica, Grecia y las muy recientes de la Argentina, que han tenido el común denominador del repudio a los gobernantes por sus políticas públicas equivocadas, injustas, inequitativas contra los sectores más débiles de la población, como serían las clases medias y las bajas en situación de pobreza extrema.

Todos esos han sido actos políticos, en el mejor sentido del término, y es lo que reeditaremos con el cacerolazo de este cinco de diciembre, para protestar contra los inicuos procederes del presidente Juan Manuel Santos, con los que ha lastimado el alma de la Nación que esperaba de él un buen gobierno y que, a cambio de ello, ha sido protagonista de una administración perversa y frustrante por donde sea mirada.

Motivos hay de sobra y muy fuertes para manifestarnos en contra del presidente Santos:

- El detrimento de la seguridad, lograda en los años anteriores al 7 de agosto de 2010: las masacres, los asesinatos, los secuestros, las extorsiones, los atracos pululan al por mayor y al detal y las carreteras no volvieron a estar seguras;

- La reforma a la justicia, después del Proceso 8000, el mayor acto de corrupción política de nuestra vida republicana, engendrado y promovido por el gobierno de Santos en conjunto con un Congreso sinvergüenza y así mismo corrupto;

- Las víctimas de la guerrilla de las Farc, insólitamente ignoradas por el gobierno en las conversaciones de La Habana con la banda terrorista de las Farc y dizque representadas allá por compinches de los mismos bandidos;

- La reforma pensional, que según las expectativas genera graves riesgos para las nuevas generaciones que verían incrementadas las cotizaciones y las edades de jubilación;

- La descentralización, esencial para departamentos y municipios, herida de muerte por la tecnocracia santista. Ejemplo de ello la demora del gobierno para la transferencia de los recursos de las regalías;

- Las locomotoras de la prosperidad, que anunciadas por Santos se oxidaron en las estaciones de las que nunca partieron;

- La reforma educativa, necesaria a una educación superior de calidad formadora de profesionales competitivos en un mundo globalizado, sucumbió y han pasado casi dos años del retiro del proyecto sin que Santos apabullado haya propuesto nueva iniciativa;

- La política agraria concertada con las Farc, que ha generado desconfianza y la consiguiente desaceleración en la inversión y la producción agropecuaria;

- La Patria mancillada por la Corte Internacional de Justicia, que menoscabó la soberanía nacional sobre 75.000 kilómetros cuadrados de aguas del mar Caribe y que genera responsabilidad política al gobierno de Santos: apaciguador, errático, "salomónico" en política exterior;

- La actitud indolente frente al gobierno venezolano que alberga, financia y protege a los terroristas de las Farc y del Eln y les erige estatuas;

- Por la degradación de la libertad de prensa y la persecución del libre derecho de expresar opiniones y el contubernio de Santos con la gran prensa para perseguir a líderes de la oposición democrática.

Son muchas más las razones para que millares de colombianos protestemos contra Santos este 5 de diciembre a las 7 pm en las principales plazas de Colombia, a través del "Cacerolazo para Santos". En Medellín, en la Plaza de la Luz, en Envigado en el Parque principal.

Tiro al aire: Ni Dios, ni el pueblo están con Santos. En la encuesta de IPSOS le fue como a los perros en misa.