El bunker No - E'

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



Primero que en el año cien, luego en el mil, más tarde en dos mil, por último en dos mil doce. Con este cuento del fin del mundo, las profecías Mayas y Nostradamus algunos personajes ilustres de nuestra historia han martirizado a la humanidad durante veinte centurias. Veinte siglos perturbando la tranquilidad de millones de seres en el planeta sin siquiera sentir un tanto de vergüenza.

Ese cuento lo único que busca es vender y vender un montón de libros con argumentos rebuscados. ¿Quién sabe cuántas casas editoriales se enriquecieron vendiendo todas esas historias absurdas y descabelladas?

De todas maneras, lo que soy yo, ya me estoy preparando por si acaso ese montón de locos que mantienen inventando tanto cuento sin sentido le pegan al chance al menos.

Tal como Noé construyó un arca por allá en el año dos mil quinientos antes de Cristo (bueno de esta fecha no estoy seguro así que no critiquen, porque la verdad, supongo que fue más o menos en ese tiempo), yo también estoy terminando mi propia arca, pero no como la de Noé. Sino más bien un bunker anti-cilindros como el que utilizaba allá en Pueblo Rico para protegerme de las bellezas de las Farc. Esto, por si acaso aquellos personajes de las profecías Mayas están en lo correcto. La verdad no les creo ni un poquito.

Primero, no pienso navegar. Simplemente deseo quedarme en mi arca, digo en mi bunker viendo en televisión, un buen partido de futbol y disfrutar tranquilamente de una comida bien deliciosa.

En mi bunker, que realmente no es parecido al de Noé porque en este pienso tener circuito cerrado de televisión, escudo antimisiles, digo anti-cilindros, canchas de futbol, universidades, centros comerciales, teatros y un montón de cosas bien elegantes, no va a ser de madera, sino de hormigón reforzado con acero tipo indestructible, un poco parecido al que tiene 'Timochenko' por ahí cerquita de nuestra frontera. Ustedes ya saben dónde.

Bueno ese bunker lo estoy preparando porque no demoran en regresar los que se están rearmando en Noruega y Cuba. Dios no permita que dejemos entrar a esos bandidos nuevamente a nuestro país. Si eso sucede, ahora que se están entrenando en el uso de armas nucleares y quien sabe en qué otras prácticas salvajes, les cuento que la vamos a pasar mal.

Aprovechemos el desorden y dejemos esos tipos con Hugo, Paco Luis y Danielito (el de San Andrés y Providencia), los sobrinos del pato Donald, no, más bien los sobrinos de Fidel.

Les cuento que con esos señores acá en Colombia nuevamente, las cosas van a ser bien difíciles. ¿Qué van hacer aquí, terminar de destruir el Cauca, secuestrar más colombianos, o ser alcaldes y congresistas? La verdad, ni una sola de esas opciones son muy halagadoras.

Hablen con el presidente, y aprovechen que esos señores no están aquí para hacerle lanzamiento. Dejémosles allá con los amiguitos que tienen en el exterior, y miremos si se los pueden aguantar unos cincuenta añitos como lo hicimos nosotros.

Ojo que les aviso. No los dejen entrar porque esos señores vienen súper afilados. Qué Dios nos libre de semejante suerte.

Eso sí que puede ser el fin del mundo. Si estos señores llegan a Colombia puede cumplirse alguna de esas profecías absurdas. Les sugiero que se plantee al gobierno, la posibilidad de solicitar asilo para los lobitos disfrazados de ovejas. Lo mejor es que estén lejos.

Miren que les advierto. Si no me escuchan no puedo hacer más nada. De todas formas voy a continuar con la construcción de mi bunker, eso sí, no le voy a decir a nadie dónde está. Porque después le dicen a Metroagua y me cobran servicio por el manantial subterráneo que tengo al ladito. O tal vez le avisan a Electricaribe para que me cobre la energía solar que estoy obteniendo con celdas fotoeléctricas que conseguí por ahí. Ni de fundas voy a dejar que los españoletes se apoderen de mi bunker.

Les sugiero que construyan un bunkercito como el mío, no como el de Noé, porque no demoran en llegar los camaradas de las Farc.