Adulto mayor, experiencia sin discusión

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Es la ley 1251 de 2008 que surge al panorama jurídico para proteger, promocionar y defender los derechos de los adultos mayores; también para orientar políticas que tengan en cuenta el proceso de envejecimiento, planes y programas por parte del Estado colombiano, la Sociedad Civil y la familia. Esta ley desarrolla el Art. 46 de nuestra Constitución Política en la defensa de los derechos de estas personas.

Uno de los fines de esta ley es que pretende lograr que los adultos mayores sean partícipes en el desarrollo de la sociedad por la experiencia que tienen, lo mucho que pueden aportar. El adulto mayor es aquella persona que cuenta con 60 años de edad o más.

Debe tenerse en cuenta, o mejor, aplicarse una política nacional de envejecimiento y vejez que permita una gestión coordinada de los agentes del Estado en lo público y privado, para que se cumplan sus fines y satisfacer las necesidades del adulto mayor.

Con la obligación del Estado, se incluye la sociedad y la familia, creándose así un equipo que dinamice la actividad protectora, además de ser también responsable de lo que le suceda al adulto mayor. La ley en mención concede beneficios, atención, equidad a los adultos mayores con el fin de eliminar desigualdades sociales para que se les brinde un trato justo, sin distingo del género, cultura, etnia, religión, condición económica, etc.

Muchas veces no somos solidarios con ellos, de los cuales hemos recibido y aprendido mucho, no les brindamos apoyo y ayuda cuando la requieren y de manera oportuna, especialmente en vivienda, salud y alimentos. Muchos se quieren deshacer de ellos y mantenerlos lejos enclaustrados y escondidos. La burla muy marcada y la discriminación que muchos tienen contra ellos debe desaparecer; ellos son afortunados de llegar a esa edad y sobrepasarla; debiéramos aprovecharlos por lo menos escuchándolos, ellos están dispuestos a entregar en vida muchas de sus vivencias y conocimientos. Hay un proverbio muy acertado que a muchos no les gusta escuchar y es: "el que oye consejo llega a viejo", practiquémoslo.

Por lo menos el ejecutivo departamental y distrital debieran promover una cultura de solidaridad hacia el adulto mayor y eliminar toda forma de discriminación, maltrato, abuso y violencia sobre ellos, que sea efectiva, que se reconozca en nuestra sociedad, que las autoridades competentes hacen algo; que no solo sea en el papel, letra muerta, que se envejece en los archivos, mientras ellos subsisten como robles.

Al Estado le corresponde general espacios para concertar y socializar sus necesidades básicas insatisfechas, que le sirvan para corregir y mejorar políticas de tratamiento a ellos.

Debemos respetar las ideas, vivencias, cultura, tradiciones y expresiones de los adultos mayores, corresponde también a los medios de comunicación considerarlos en toda la extensión de la palabra, sensibilizar al Estado, a la sociedad civil y a la familia sobre el cumplimiento de los derechos contenidos en esta ley; además denunciar el maltrato y violencia contra ellos.

El cumplimiento por parte de los niños (as), adolecentes y jóvenes contribuyendo a la generación de una cultura del envejecimiento y el respeto por el adulto mayor.