Los tiempos de la cometa

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Bustamante Barros

Carlos Bustamante Barros

Columna: Columna Caribeña

e-mail: cm-bustamante@hotmail.com



No volverán los tiempos de cometa

Cuando yo niño brisas pedía a san Lorenzo

Mariposa de la Malena

Sus casimbas son recuerdos

El profesor que me pega por llegar tarde al trabajo

(Gustavo Gutiérrez Cabello)

Hermosos tiempos los de la cometa cuando en la niñez se pedía brisas a san Lorenzo para que con su poder lograra que arreciaran los vientos para impulsar a los confines del espacio ilimitado a ese elemento importante de esparcimiento y sana recreación que a pesar del paso del tiempo y de la vida aún se observa en algunas épocas del año adornando los cielos con la alegría de sus múltiples colores.

Me llega a la mente cual destellos de luz en la noche oscura, los apartes de la composición vallenata relacionada con el tema, en ella el excelente compositor Gustavo Gutiérrez Cabello relata nuestras costumbres antonomasicas para las épocas en que el mundo era virginal e incipiente, en la que enuncia con precisión segmentos importantes de la vida como es la niñez que marca con sus imborrables lo que será la vida del futuro adulto, plasmando las figuras de las casimbas que resulta tan familiar a nuestros sentidos cuando en épocas de sequía se succionaba el agua del subsuelo para verterlas en tinajas elaboradas de arcilla que les daba frescura para calmar la sed, cuando en Colombia las neveras y refrigeradores era un privilegio para sectores élite de la población, lo cual ha sido en estos tiempos modernos ampliamente superado por el desarrollo histórico.

Cita Gutiérrez en una enunciación concatenada que se repitan los felices tiempos vividos del primer trago a escondidas e igualmente el primer beso de la novia en olvido, que lograba con sus encantos y su amor imprimir significación sustancial a la vida de bellas jovencitas ocasionadora de grandes desvelos nocturnos cuyas imágenes y picardías perduraba en nuestras abstracciones hasta conciliar el sueño felices con la esperanza cierta de volverla a ver al día siguiente otra vez.

Aunque es preciso anotar que es cierto lo que dice Gutiérrez relacionado con la premisa de la primera novia en olvido, en la que usualmente como un sino insoslayable esa primera novia estará destinada con el paso del tiempo y de la vida a disolver su imagen amada en los múltiples vericuetos insondables de la memoria por designio de la suerte y de las paradojas que suele brindar la vida sin que exista una razón clara para ello.

Sin embargo, aunque por cosas del destino ese primer beso con la primera novia en olvido esté condenada a indiferencia, bien vale la pena asumir ese reto interesante por la hermosura de sus particularidades que logrará en nuestros corazones vivencias únicas, o como solemos decir en nuestro lenguaje Caribe colombiano: "vale la pena meterle el diente", lo cual en todo caso es muy diferente a las emulaciones de la música bohemia que manifiesta en uno de sus tantos discos compactos: "mátame en tu veneno", en la cual las particularidades son muy deferentes.

Inmerso en las propias catacumbas de la tierra del olvido, envío un saludo cordial al excelente compositor Gutiérrez, que ha tenido la virtud de retraer costumbres del Caribe colombiano para plasmarla en bellas composiciones folclóricas de nuestro país, en la que debo confesar que me gusta mucho ese disco compacto.

 El mundo y la vida siguen su curso….