Trasplante de cerebros

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



De las empresas colombianas, 47% creen estar preparadas para enfrentar el TLC con los Estados Unidos, 11% dicen no estarlo y el 42% restante dicen estar preparándose. Para que lo afirmado por el 89% de las empresas sea real, es imperativo evaluar lo dicho bajo dos criterios: empresas de talla mundial y abundancia de talento humano calificado.

De ser cierto lo dicho por las empresas, deberíamos concluir que el 47% de las empresas colombianas creen ser empresas de talla mundial y que el 42% creen estar a un paso de serlo. Y además debería ser cierto que el capital humano colombiano es altamente productivo y calificado. En otras palabras, nuestras empresas son comparables en términos de productividad con las estadounidenses.

Para poder tener empresas de talla mundial, primero hay que tener suficiente capital humano de talla mundial, y en Colombia no tenemos suficiente capital humano calificado para construir un tejido empresarial de talla mundial. En Colombia, si hay unas pocas empresas colombianas que son competitivas a nivel mundial, y son marcas conocidas por todos: Alpina, Corona, Compañía Nacional de Chocolates, entre otras. Es claro que estas empresas están en condiciones de labrarse, de hecho ya tienen, nichos de mercado en los Estados Unidos y globalmente.

En el mejor de los escenarios posibles, probablemente sólo el 5% de las empresas colombianas están preparadas o están en camino de estar preparadas. Realmente los datos con que comencé esta nota, muestran la actitud irresponsable con que se está abordando este tema, y necesitamos aplicar correctivos rápidamente.

Analicemos el tema del talento humano por ser la condición básica para cualquier transformación productiva. No me enfocaré en los ya conocidos problemas estructurales del sistema educativo porque estos toman tiempo corregir. Realmente quiero enfocarme en posibles soluciones para enfrentar los retos inmediatos planteados por los TLC.

Un porcentaje realmente pequeño de la población colombiana tiene un nivel de inglés apto para hacer negocios en este idioma. De estos, cuantos han hecho o maestrías o doctorados fuera de Colombia, y de estos últimos, cuantos han trabajado por un periodo largo de tiempo en empresas de talla mundial en países desarrollados o en sectores muy competitivos en países en vía de desarrollo. Es decir, profesionales que realmente hayan asimilado la cultura y mejores prácticas empresariales, y que estén en condiciones de transferirlas a Colombia.

Yo creo que este selecto grupo de profesionales colombianos, deberían ser el primer pilar de apoyo para preparar al sector empresarial colombiano para enfrentar los retos de los TLC. Es un grupo disperso, ya que algunos trabajan en Colombia, pero la mayoría están por fuera de Colombia.

Creo que el gobierno y la empresa privada están en mora de crear un programa de repatriación de cerebros fugados en donde se les ofrezca a estos colombianos unas condiciones iguales o mejores a las que tienen fuera, para que vengan a ayudar a construir tejido empresarial competitivo. Esto tendría que ser acompañado de un programa bien diseñado para aprovechar bien los conocimientos de estos compatriotas. Necesitamos estos vasos comunicantes ahora más que nunca.

Otro pilar, podría ser un programa para atraer talento bilingüe extranjero, que reúna las mismas condiciones que se le exigirían a los cerebros fugados colombianos, y que vengan a trabajar en Colombia.

Creo que las condiciones de desempleo en el mundo desarrollado, facilitarían la implementación de una iniciativa como está. Sería un programa de visas especiales, en sectores en los que necesitemos apoyo, y se les ofrecerían unas buenas condiciones laborales, como por ejemplo que los salarios estuvieran libre de impuestos, y cosas semejantes. De hecho esto podría aplicarse a las universidades también para atraer profesores, pero ese es otro tema.

Le correspondería al gobierno y a las empresas sentarse a determinar qué tipo de talento se requiere y la cantidad, pero esto habría que echarlo a andar rápido. En preparación para los TLC, la economía colombiana ha debido estar en esteroides los pasados seis años, pero irresponsablemente, hemos desperdiciado el tiempo.

Para construir empresas de talla mundial no es suficiente que haya abundancia de capital humano calificado. De muy poco sirve tener la mejor semilla si la tierra es estéril, y este será el tema de nuestra próxima columna.