Semana de pasión

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Cual Evangelista, me siento inspirado a plasmar lo acontecido en la semana apasionada que terminó -¿o comenzó?-recientemente, para que las futuras generaciones no olviden.

Ya el mesías se venía sintiendo crucificado, burlado y abofeteado desde hace rato. Recordaba con tristeza que en la última cena, uno de sus discípulos, aquel que finalmente lo traicionaría, juró que le cuidaría los huevitos.

Estaba cabalgando, meditando sobre el martirio de algunos de sus discípulos, cuando su caballo Jota Eme, al que creía tener amaestrado, lo tumbó. ¡Caída tan verrionda! El mesías quedó apaleado, y con los huevitos…a estos nos referiremos más adelante.

Era demasiado, y estaba que se tuiteaba. Se tomó sus gotitas de valeriana, y logró calmarse. Pero el discípulo traidor salió en CNN con la Janiot ungida de Pilato, y quien le permitió lavarse las manos y todo lo demás, y declararlo a él, "cosa del pasado".

No pudo contenerse…y se tuiteó. Se le salió la Paquita la del Barrio que lleva por dentro, y acusó al discípulo traidor de ser una rata de dos patas, de derrochador, desfusionador de ministerios, y de adicto a la burocracia.

Mientras maestro y discípulo se tuiteaban de esquina a esquina, de pretil a pretil, apareció el Bojote Samper, que cual Niña Tulia salió a buscarse un barato en la pelea; a decir o hacer algo que lo resucitara, o por lo menos una entrevista con Julito o una reseña en Semana. Y le dijo al mesías, que dejara de comportase con el discípulo traidor como María Cristina la de la canción: lo quiere gobernar. Y se acabó la semana de pasión, y el milagro no ocurrió: el Bojote no resucitó.

Todavía ardido, el mesías vio la Cumbre como una oportunidad para sacarse unos cuantos clavitos, y llamó a Santos fantoche y derrochador por haberse gastado casi cien millones de dólares en rumba con los desadaptados del vecindario. A lo que el discípulo respondió, que dejara de hablar lo que sabemos, que solo había costado veinticinco.

El hecho es que el mesías le habría ahorrado plata al país de haber sido reelegido. Hubiera ofrecido aguardiente y lechona, y hasta hubiera hecho un asado con el burro de Obama; no con Obama sino con el otro burro, el de regalo. En vez de Shakira, hubiera contratado a Alfredito Gutiérrez, que si sabe cantar himnos nacionales como les consta a los venezolanos; toda la fiesta hubiera salido por menos de veinticinco millones...de pesos.

Además, si el discípulo siente tanto aprecio por el maestro, ¿cómo así, que no lo invitó a la Cumbre? Estuvo pendiente del teléfono, del correo, del Twitter, se inventó viaje a Cartagena por si las moscas, y la invitación nunca llegó. Y más verraquera le dio que Santos le gastara viaje a Cuba a los Castros para desinvitarlos, y a él ni una llamadita por cobrar. Una desinvitada con estilo, valía tanto o más que una invitación.

A todas estas, el discípulo-presidente, debe andar confundido. Los tres huevitos son obligación para todo presidente y funcionario público, y no son invención del mesías. ¿O será que los huevitos a los que refirió el mesías en la última cena, eran otros? ¿O quizás al mesías le duelen los estigmas de las chuzadas? ¿O la persecución de una de las Marías? ¿O…?

Dice un profesor y amigo al referirse a América Latina, que la política en los Estados Unidos es aburrida comparada con la de América Latina, que siempre es divertida y llena de drama, y creo que no se equivoca. Lo sucedido en las relaciones Santos-Uribe, es un típico ejemplo del drama político al mejor estilo latinoamericano.

Un florero chapetón, unos huevos, qué más da. Es la misma historia, la misma patria boba con distinto reparto estelar y en tiempos distintos. En Colombia, la realidad es muchas veces alucinante, a punto tal, que será un drama digno de novela, el que determine en grado importante el devenir de la nación.

Divorcio político, carcelazos, asilos, recriminaciones, acusaciones, y la ley de la sartén por el mango son parte de este drama actual, y es preocupante que no sepamos cómo terminará. ¿Será posible una segunda venida del mesías? ¡Vade retro Satanás!