Algunos, como las cucarachas, pagando escondederos a peso

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Noriega

José Noriega

Columna: Opinión

e-mail: jmartinnoriega@hotmail.com



"…que sale por aquí, que sale por allá,

con un tabaco prendido en la boca…"

José Benito Barros Palomino

La tecnología, dentro de ese esnobismo absurdo que cada cierto tiempo se incuba por estas tropicales tierras, se está posicionando en el país de tal manera que ya no es de extrañar que la misma sea usada por todos, o casi todos, incluyendo de forma absurda a los gobernantes y exgobernantes, como un mecanismo para soslayarse de la realidad, para hacernos creer lo que es evidente o, lo que es peor, para pretender justificar comportamientos cochinos y cleptócratas que en el pasado próximo ocurrieron y que, a cada rato, se destapan de una manera que produce asco y vergüenza en una sociedad que todavía se resiste a creer y aceptar esos procedimientos alcantarillescos y putrefactos que se dieron durante los últimos años en los que el país estuvo regentado por su exalteza real el exemperador…cito Álvaro Primero, quien, cada que alguien repunta sobre su gobierno, de inmediato riposta y agrede, creyéndose aún estar en la tomatera desde la cual le dio fuste a este país con la furia del capataz hacia sus peones.

Causa estupor observar cómo los gobernantes pretenden defender su obra convirtiéndose en unos ramploneros espadachines que desenvainan su artillería verbal para refutar a aquél que se atreva a cuestionar sus decisiones o cuando la emprenden en contra de sus escuderos y cortesanas, y de inmediato saltan a la palestra para emular la canción del maestro Barros Palomino y como cualquier plañidera del Caribe se desahogan lloriqueando y gimiendo tratando de posar ahora como victimas cuando todos sabemos que en el pasado próximo, mientras disfrutaban de las mieles de su imperio hicieron lo que les vino en gana y se pavoneaban como las reinas de belleza dándoselas de chicaneros y creyendo que siempre sería así y ahora, cuando la torta se les ha volteado, lloran como la llorona loca, y en lugar de un tabaco, esgrimen el Twitter.

Antes de que el Consejo de Estado produjera esa sentencia que despedazó las ilusiones del pueblo que veía con buenos ojos la labor que estaba desempeñando la señora exfiscal Vivian Morales, con la cual le tiró las orejas a la Corte Suprema de Justicia, por haber modificado su reglamento interno, se estaba dando una serie de acontecimientos que tenían lagrimeando y pujando a más de uno de los amanuenses del ex- emperador...cito y quienes, como en la canción, corrían de un lado para otro, emulando a las ratas que cuando sienten el olor a la creolina de la asepsia, no saben para dónde coger, aunque en este caso si tenían la guía de su faro y alcahueta patrón que les ha venido tramitando escondederos en algunos países manejados por sátrapas igual a él, que se precian y jactan de ser demócratas y no pasan de ser unos proxenetas y mercaderes de la democracia.

Después de la exdirectora del DAS le tocó el turno al doctor Ternura, el mismo exalto comisionado que salió desafiante a espetar bocanadas de improperios contra todos aquellos que han osado poner en tela de juicio esa famosa y libreteada desmovilización de tantos miles de colombianos que, se viene a saber ahora, ha sido considerada como un auténtico fraude al Estado y es por ello que ahora, como los cobardes, huye despavorido ante la búsqueda que de él hace la Interpol.

Ya antes habían sido puesto a buen recaudo el ex- secretario general de la cofradía, Bernardo Moreno y el exministro mani floja Andrés Felipe Arias, por cuanto a través de ellos se había esquilmado al Estado colombiano para regalarle plata a unos pobretones ciudadanos que requerían de la lisonja gubernamental y en contraprestación a esas dádivas, ellos apoyaron la primera reelección y, de no ser por la entereza de carácter del magistrado Humberto Sierra Porto, hubieran alcahueteado y cohonestado la segunda, para configurar con ellos el fraude más grande de que se tenga conocimiento en esta república bananas que se precia de ser la democracia más antigua del continente.

Ahora le toca el turno a otros alfiles que también se creían intocables y faros de esta límpida democracia, tales como los exministros Sabas Prettel de la Vega, quien de tendero pasó a manejar los hilos de la democracia, el exministro Diego Palacios Betancourt, quien durante siete año no se dio cuenta de lo que ocurría a nivel de seguridad social ni de la crisis de la salud y se pasó todo ese tiempo chicaneando ser el mejor, lo mismo que el secretario Alberto Velásquez, como consecuencia de los ofrecimientos burocráticos para la ex- congresista Yidis Medina, quedando solamente detener a los grandes y sinvergüenzas, entre ellos el líder de la godarria, el mismo José Obdulio Gaviria que se atrevió a afirmar, sin ruborizarse ni nada, que en el país no hay desplazados sino migraciones.

Ojalá que la Corte Suprema de Justicia elija de inmediato el Fiscal para que este continúe con la fuerza de sus decisiones de quien le precedió y ponga a buen recaudo a todos estos representantes de un gobierno que tanto daño causó en el país y que los tentáculos lleguen hasta el gestor y forjador de esta situación para que también responda por sus actos, bien sea aquí en Colombia, o ante las Corte Penal Internacional, por cuanto la impunidad no puede seguir danzando alegremente sin que nadie responda por ello.