Que extraordinario poner de presente el brillo, el prestigio y la buena prensa que le han dado a Colombia dos exponentes deportivos de las canteras futbolísticas de Santa Marta, ellos son en su orden cronológico «El Pibe» Valderrama y Falcao García.
Difícilmente vuelve a tener no solo Colombia sino América Latina un volante, un número 10, un motor y eje de equipo como «El Pibe» Valderrama. Sus pases precisos, su destreza y facilidad en sus movimientos con la pelota, su estructura mental y su creatividad, hicieron de él, un señor jugador y quizás sin temor a equivocarme el mejor que ha producido Colombia.
Esta afirmación se corrobora con la serie de galardones foráneos que le otorgaron entre otros el del diario El País de Uruguay que lo escogió como el jugador número 1 de América en los años 1987 y 1993 respectivamente.
Pero apareció un joven nacido también en la capital magdalenense, hijo de otro jugador samario, con cualidades ya no de armador cerebral como «El Pibe» sino como goleador y finalizador de jugadas; este es Radamel Falcao quien está siempre en la jugada de gol como buen rematador y definidor, entre otras cualidades que no tiene Colombia en su misma selección, toda vez que carecemos de ello. Es evidentemente una de las fallas protuberantes que se aprecian en nuestro onceno que nos representa en estas eliminatorias para el mundial del Brasil. El único que hoy por hoy es un goleador nato es "El Tigre Falcao" como lo bautizaron los comentaristas deportivos del Rio de la Plata.
Han sido jugadores, ambos, que se han adaptado sin problema a los países donde han estado y en los equipos en los que han jugado. Entre los nuestros es algo bien complejo.
Falcao a diferencia de «El Pibe» tuvo antes de viajar a Europa la valiosa experiencia Argentina con el River Plate de Buenos Aires y ha estado jugando en Europa en la península Ibérica tanto en Portugal con el Porto y ahora con el Atlético de Madrid. Son las dos naciones con las cuales nos unen más vínculos afectivos. Fueron en Suramérica los dos pueblos colonizadores, de manera que eso le ha ayudado a "El Tigre" para que no note tanto el cambio en todo sentido.
A «El Pibe» le tocó llegar a Europa sin tener la oportunidad de pasar por la buena escuela de Pedernera y Di Stefano y tantos otros argentinos que nos enseñaron fútbol. Aparte de eso tenía la dificultad del idioma francés. Empero se movió en el Montpellier como "pescado en el agua", no es mucha gracia porque es de "Pescaíto".
Luego estuvo una temporada en el Valladolid de España y se ganó a la hinchada de ese club. Además sus características físicas, particularmente su melena no la han olvidado los franceses y españoles y en general los europeos. Falcao puede llegar más lejos dada su juventud. En este momento junto con Messi son indiscutiblemente los jugadores de América más sobresalientes en Europa. En la liga española son los dos goleadores y en las competiciones europeas igualmente encabezan la lista de vencedores de los guardavallas.
Que orgullo para los samarios y para los colombianos que dos figuras de nuestro fútbol tengan el reconocimiento internacional y en el panorama del deporte de las multitudes sean nuestros símbolos positivos.
Esperemos que con Peckerman clasifiquemos con los goles de "El Tigre" y por consiguiente podamos decir como «El Pibe»: todo bien… todo bien…