Europa y su crisis económica

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



La situación problemática del viejo continente que está padeciendo en el campo económico y que repercute en el orden social y político inexplicable y absurdamente en una comunidad ejemplo de integración y seriedad en la administración de la cosa pública, es fruto de la improvisación, el exceso de autosuficiencia y el exagerado gasto gubernamental de países que no se prepararon ni jamás se imaginaron estar rodeados de circunstancias tan adversas.

Bien difícil de manejar y sortear estas horas de obligada austeridad que a todos los miembros de la comunidad europea les toca vivir, a unos más que a otros pero todos ajustándose el cinturón.

Las protestas y manifestaciones callejeras que se han protagonizado en Grecia, Portugal y España y que estamos observando en menor grado en las locomotoras del desarrollo, esto es Alemania y Francia son apenas normales por cuanto pasar de ser poderosos y ricos por razón de sus costumbres y la costumbre hace ley y además las legislaciones así lo contemplan, a ser pobres de buenas a primeras es algo bien complicado de asimilar.

Todas las prerrogativas de las cuales disfrutaban se consideraban derechos adquiridos. Por supuesto si de un mes a otro rebajan los sueldos en un 5%, se redujeron las pensiones, sacan de los cargos de importancia a quienes poseen mayores emolumentos, se disminuye el tiempo de desempleo y así mismo el período de amparo del bebe recién nacido, podrán estar los damnificados en el colmo de la dicha o se sumarán a los indignados. Esa es la disyuntiva.

Las únicas naciones que no van a pasar las duras y las maduras son aquellas que están en la parte nórdica, es decir en Escandinavia, dado su fuerte y organizado sistema financiero pero particularmente Finlandia, habida cuenta de que se blindó con sus altos ingresos petroleros, creando un fondo específico justamente con destino a afrontar los momentos críticos que se pudiesen presentar en materia económica en el inmediato futuro.

Estas potencias europeas entre comillas estaban gozando artificialmente de una serie de subvenciones, privilegios, gajes, beneficios que no se pueden sostener si no hay una base financiera y consolidada que así lo permita. Es como el padre de familia que sin tener respaldo monetario se vincula como socio a clubes, compra vivienda nueva y estrena vehículo, sin ninguna liquidez, ni ahorro sino solamente a base de créditos bancarios; llega el momento en que no aguanta más, se quiebra y estalla, toda vez que ese estado de cosas es totalmente insostenible e incontrolable.

En el caso particular de España, el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, fue excesivamente benefactor sin poder serlo. Les dio a los españoles hasta tercer apellido, un seguro de desempleo que propició y originó la holgazanería, unos reajustes salariales anuales desproporcionados, una asistencia médica cuya cobertura es integral, un subsidio de nacimiento por cada hijo que se pagaba durante cinco años. En suma tenían todas las concesiones habidas y por haber. Ese es el ideal supremo, eso es lo que debe buscar un estado, esos son los fines que debería tener todo sistema de gobierno. Pero infortunadamente si no existen los recursos estatales para financiar tan altos costos necesariamente el estado colapsa y eso es lo que ha sucedido.

Que nos sirvan de ejemplo estas experiencias ajenas para que no vayamos en América Latina y especialmente en lo que concierne con Colombia a actuar tan irresponsablemente y cabe el término en cuanto a Europa se refiere, porque nos puede ocurrir lo mismo y aquí no tenemos una Ángela Mercker que nos lance el salvavidas con vistas a sobrevivir.

Las vacas gordas que en un momento dado hemos podido tener, son precisamente para robustecernos, organizarnos y protegernos, respecto de vicisitudes hacendistas con el objeto de que podamos tener sostenibilidad en las épocas de las vacas flacas. De esa manera vislumbraremos nuestro cercano porvenir con fundado optimismo, fe en nuestra nación y credibilidad en el gobierno de turno.