Brindemos con Cuba libre

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Recuerdo un incidente en el pasado, en el cual un guerrillero colombiano pidió asilo político en Cuba. Cuando le tocó vivir las delicias de la revolución, solicitó asilo en la embajada colombiana; pero al darse cuenta de lo absurdo de su accionar, desistió de su pretensión.

Este guerrillero entendió que era preferible una cárcel en Colombia a la libertad en Cuba. De pronto Bush Jr., se enteró de este incidente, y para mofarse de Fidel abrió un centro de detención en Guantánamo.

Este Guantánamo que supuestamente escandaliza al mundo por sus duras condiciones, y que alberga a los peores terroristas de la tierra, es una cachetada a la revolución cubana porque se le parece demasiado, aunque con grandísimas diferencias.

En Guantánamo se utilizan rejas. En Cuba se utiliza el sistema, que es peor. En Guantánamo los terroristas están tras las rejas; en Cuba gobiernan. Los inocentes en Cuba, el pueblo, es el que está preso. En Guantánamo, los presos algún día conocieron y vivieron la libertad; en Cuba, las últimas generaciones no la conocen.

Estoy seguro que muchos cubanos, como aquel guerrillero colombiano, preferirían estar recluidos en Guantánamo, a vivir en la Cuba de los Castro.

Teniendo en cuenta este paralelo cruel, pero real, es difícil entender que los países miembros del Alba, pretendan que Cuba tiene derecho a asistir a la Cumbre de Cartagena. Sorprende aún más, que personas como Rudy Hommes también reclamen este derecho.

Dice Hommes, que Cuba debe asistir por el papel histórico que ha tenido en el mundo, e incluye en su lista "la exportación de revoluciones, afortunadamente fallidas". Me pregunto si esto puede decirlo sin sonrojarse un colombiano. ¿O será que los miles de muertos que nos ha dejado la lucha guerrillera en Colombia a lo largo de casi sesenta años deben ser considerados daños de menor cuantía?

Lo que falló en las revoluciones exportadas, es que no pudieron tomarse el poder; pero es innegable que han tenido un altísimo costo en vidas y en desarrollo. Los productos de exportación de Fidel para el resto de América Latina han sido pobreza y muerte. Tal vez la idea de Hommes es invitar a los hermanos Castro para rendirles un homenaje por sus grandes aportes al desarrollo de nuestros pueblos.

El pueblo cubano tendría todo el derecho a estar en la Cumbre, pero sus dictadores no. Estos últimos no los representan, y aceptar su presencia es implícitamente aceptar que está bien subyugar y robarle la dignidad humana al pueblo cubano. El resto de las Américas no puede ser cómplice de este crimen de lesa humanidad. Los dictadores deben sentir el rechazo de la comunidad internacional y sentir el aislamiento.

Creo que invitar al régimen cubano, es traicionar al pueblo cubano, que es el que realmente merece nuestra solidaridad y respeto. El régimen cubano sería bienvenido, si viniera para darle la noticia al mundo de que da por terminada su satrapía, y para invitarnos a brindar por una Cuba libre.

Si no es para darnos esta buena noticia, entonces que no venga. Contrario al doctor Hommes, yo creo que precisamente, es como consecuencia del papel histórico que han jugado los hermanos Castro en América Latina, que el régimen cubano está inhabilitada para ser invitado o ser partícipe de la Cumbre. La historia los acusa y los condena.

Hila muy delgado el doctor Hommes cuando dice que Obama tiene intereses electorales, y que por esto no quiere que Castro vaya a la Cumbre.

Por otro lado, me parece de pésimo gusto que los países miembros del Alba, le creen problemas a Colombia so pretexto de disgustar a los Estados Unidos. Si realmente quieren estos países ser asertivos de su histriónica independencia frente al coloso del Norte, deberían pasar del simbolismo y de la retórica mamerta a acciones concretas.

Si los países del Alba creen que los Estados Unidos es su peor enemigo, entonces que corten todos los lazos comerciales y que dejen de recibir ayudas de este país. Produce risa la incoherencia entre el discurso y los hechos -tal vez hipocresía y cinismo- de estos países.

Solo cuando Cuba sea libre, debería invitarse a sus representantes a una cumbre. Hacerlo antes, sería una traición al pueblo cubano.