En todo el mundo occidental, estas fechas se consideran una ocasión especial, que implica el recogimiento espiritual, una tradición en la que formalmente se celebra el nacimiento del Mesías; el salvador del Mundo, Jesús de Nazareth.
Sin duda el mes de diciembre y más desde que la economía norteamericana ha penetrado todo el mundo occidental, se recibe como una fecha especial, concretamente la Navidad es un acontecimiento cultural, comercial y sentimental en las personas y familias occidentales, sean estas o no cristianos practicantes.
No debemos perder de vista que no sabemos a ciencia cierta qué día nació Jesús, pero es muy poco probable que haya sido en el mes de diciembre, en todo caso no es un sacrilegio celebrar su nacimiento.
Pero la pregunta que honestamente debemos hacernos los cristianos o los no cristianos ante esta fecha es: ¿Qué papel juega Jesucristo en esta celebración? ¿Le agradan a él este tipo de fiestas en su "honor"? ¿Se le exalta u ofendemos a Cristo en navidad?
Navidad es sinónimo de paz y alegría, pero de una paz y alegría real y verdadera, que no depende de circunstancias, de lo que tengas o no tengas, no es algo externo, es una seguridad indestructible de adentro hacia afuera. ¿Se parece a lo que estás viviendo, en que condición te encuentras?
No deja de ser lamentable que la fiesta que supuestamente se inventaron los católicos para Jesús, lo que menos hace es tener en cuenta a Jesús, se ha reducido a un gancho publicitario de centros comerciales y tiendas de cadena, un hecho vano y materialista, en diciembre y la mentada fiesta de navidad se disparan los comportamientos ofensivos contra Dios, fornicación, borracheras, riñas, robos, asesinatos, entre otras cosas, comportamientos y conductas paganas que lejos de demostrar amor y respeto por nuestro Rey y Salvador pisotean su nombre y reducen la fe cristiana una simple cliché religioso y cultural, que no transforma la vida de nadie.
La verdadera navidad es Cristo, no es una fecha, es un encuentro con el objeto de la fiesta: Jesús de Nazareth; el único capaz de dar esa paz y esa seguridad que la gente en diciembre predica y celebra pero que no tienen en sus vidas y en sus familias.
Ojala y este diciembre sea distinto, ojala el Espíritu Santo en su infinita sabiduría nos de ojos espirituales y cambiemos radicalmente el sentido y el por qué de estas fechas, ojala arrepentidos por nuestra vida indiferente y egocéntrica vengamos humildemente no al pesebre sino a la cruz, a ese Jesús Crucificado que significa salvación, a ese Jesús Resucitado que significa vida nueva, vida eterna, ojala ya no celebremos mecánicamente la navidad, ojala nuestra vida se convierta en una navidad, una fuente diaria de gozo, paz y alegría…Jesús quiere hacerlo ¿Se lo permitirás?