La tercera vía

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Escrito por:

Alfonso Lopez Carrascal

Alfonso Lopez Carrascal

Columna: Pedagogía Constitucional

e-mail: lopezcarrascal@yahoo.com



Decía una secta socialista china del siglo XI, que la sociedad se fundamenta en la ley y la ley en la injusticia y la depredación en la religión y la religión es la mentira en el poder y el poder es la tiranía.

La anterior cita del pensamiento chino, refleja hoy la búsqueda de una democracia social en que se hace necesario democratizar la democracia.

También explica que estamos dentro del contexto de la globalización o economía de mercado y de tres grandes corrientes que disputan el liderazgo donde tenemos el neoliberalismo, la economía social de mercado de la China, que ha podido unir socialismo y capitalismo, y por último la corriente europea (Inglaterra, Francia y Alemania) de la tercera vía, como el intermedio entre capitalismo y economía social de mercado.

La globalización, impone la necesidad de pasar de la democracia política a la democracia social, para que no se dé el fin de la historia de que habla el profesor fukuyama. Si hacemos un ligero repaso histórico, el neoliberalismo ha sido nefasto, porque entre otras cosas no ha podido resolver el problema del desempleo, no alivió la pobreza que ha incrementado y ha estimulado la desigualdad.

Por otra parte la economía social de mercado de la China ha ido avanzando gracias a los contratos internacionales como la maquila, que ha abaratado los precios en el mercado, por encima de toda competencia, pero si ese dragón despierta del todo a dominar mercados, volverán los precios a un estándar sin competencia y ahí será Troya.

En cambio, la tercera vía, como modelo económico es una muestra de esa lucha y en Colombia nuestro Presidente Juan Manuel Santos y su Ministro Sergio Diazgranados estudiaron en Londres, con el profesor Anthony Giddens y en la forma que el gobierno viene haciendo del Estado Colombiano, se observa esa tendencia, que ha venido haciendo del Estado un interventor moderado y entre menos Estado mejor e igualmente aspectos como la privatización de los servicios públicos.

El Estado debe estar donde sea necesario y ya podemos ver en el proyecto de reforma constitucional de la justicia que la administración de la misma no debe quedar en manos del Estado, sino que se le da facultades a los particulares para administrar justicia y luego en la reforma del Inpec, se podría permitir la privatización de algunas cárceles.

Esa es la tendencia de un Estado en el marco de la tercera vía. Precisamente Tony Blair, ideólogo inglés de estas teorías, señala la necesidad de conciliar los aportes del socialismo democrático y del liberalismo tradicional o clásico en una nueva social democracia (mejor llamarla democracia social), articulado con su compromiso con la justicia social.

Santos, siguiendo a Blair, considera que la tercera vía debe ser la nueva política para estos países de América Latina. Por eso ha pedido al liberalismo colombiano que abandere esta línea de conducta y pueda ofrecer soluciones al desempleo, la pobreza y la creciente desigualdad, que viene destruyendo al país.

La crítica que hace nuestro Presidente Santos a la institucionalidad del Estado es la falta de efectividad y eficiencia y precisamente ve en el deterioro de los partidos políticos una de las causas de esta crisis.

El lema debe ser: el "buen gobierno".

En columna de El Tiempo del viernes 8 de octubre de 1999 el Presidente Juan Manuel Santos, en charla con el profesor Anthony Giddens, anota que sería una tontería decir que la tercera vía no es aplicable en Colombia y eso es lo que está haciendo como Presidente, aplicarla. El doctor Horacio Serpa, que acaba de perder la dirección del partido liberal, es contradictor de la tercera vía y se muestra partidario del liberalismo democrático, que es la corriente que en Europa lidera Jospin en Francia. Por consiguiente estamos asistiendo al mandato de la tercera vía y esperemos qué pasa.