El autoritarismo

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Escrito por:

Alfonso Lopez Carrascal

Alfonso Lopez Carrascal

Columna: Pedagogía Constitucional

e-mail: lopezcarrascal@yahoo.com



La democracia no puede ser tan mamerta que cualquiera que provenga de organizaciones al margen de la ley, de supuesta izquierda o de derecha, sea el olmo que de peras, porque al fin y al cabo como la ley del péndulo, el uno llega al otro en sus tácticas para juntarse.

Nos asomamos a esa implementación de esas tácticas para llegar al poder y lo que antes era extorsión ahora se vuelve temor o miedo.

Es bien cierto como lo anotan en la ciencia política que la época pre moderna se escuda en los principios enseñados por el griego Sócrates, pero la época moderna se rige por Maquiavelo, en donde el lobo se viste de oveja para engañar y vender su producto político aprendido en las organizaciones que le dieron vida política.

Es verdad de Perogrullo que Maquiavelo es el santo de la vida política moderna, donde el fin justifica los medios, sin importar cuales sean esos medios.

Antes, el dictador, fuera de hecho o no se escondía en la misma Constitución, porque su paso era temporal pero hoy acude a la democracia como medio para alcanzar un fin que es el poder. Una dictadura conocida en la historia como la dictadura bonapartista, se inspiró en la obra del español Juan Donoso Cortés, al escribir Discurso sobre la dictadura. El dictador goza entonces de un aire providencial y se le tiene como mesías.

Otto Stammer, considera que el término dictadura en su acepción moderna de uso, se aplica el control ilimitado del poder estatal o territorial por parte de un individuo con su camarilla o un grupo limitado de personas. El autoritarismo político nos lleva al totalitarismo, que conlleva a una concentración de poder.

León Trotsky, marxista, al escribir Arte revolucionario independiente y que fuera acogido por otro gran marxista de México Diego Rivera denunciaban que nunca antes la civilización había estado amenazada por estos individuos que asoman como pastores pero dentro llevan el lobo feroz, que recordando a Hobbes se convierte en lobo ante los otros hombres.

Es el desarrollo del mesianismo político que tanto daño le ha hecho a la civilización moderna. Y fácil entonces de engañar a las masas, porque al pueblo se le habla de cambio y que no se quiere nada con la clase burguesa u oligarquía y a estos a título de extorsión se les pide dinero para la causa. Son fáciles de identificar porque como el fin justifica los medios, en el fondo es estar con el señor Maquiavelo cuando asesoraba al Príncipe.

Ya no se dan los títulos de nobleza pero el poder nos hace imperiales como lo fue la dictadura bonapartista cuando Napoleón se hizo coronar por el Papa en la Catedral de Notre Dame esa linda iglesia que enmarca el río Sena.

El voto no legitima la democracia, cuando ese voto es el resultado de maquinaciones y populismo.

El escritor de la ciencia Política J. J. Linz señala que el autoritarismo como sistema político de acción, se enmarca en un pluralismo político bastante limitado, pero sin ideología elaborada y en eso pecan los partidos políticos colombianos que dan avales sin corroborar si hay identidad de ideología, principios o doctrina que respetar y acatar.

Parece ser que estamos desarrollando ideologías sin partidos, pero si partidos o grupos populistas que utilizan a los partidos como un medio de poder, manejando con tácticas aprendidas en las organizaciones que lo alimentaron, los sondeos y supuestas encuestas manipuladas para los fines que se persiguen y causar el complejo de apoyo basados en el temor o miedo propio de esas organizaciones al margen de la ley que han ido dominando el sistema político colombiano.

Al caer en el populismo que no debe confundirse con la posición revolucionaria excluye la lucha de clases y postula una homogeneidad.

Pero hoy asistimos no a la fiesta del chivo sino del neopopulismo, y en el fondo se presenta entonces como neoliberal. Estas reflexiones muestran para aquellos que actúan con la emoción y no con la razón, que debaten pensar en esas elecciones que se vienen que deben ser lo mejor para la democracia.



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