Siendo director de Fedesarrollo, el ministro Mauricio Cárdenas, al aludir al buen momento por el que estaba pasando la economía colombiana a mediados del año 2007, con un crecimiento del PIB del orden de 7.48% en el primer semestre, un ritmo que no se veía hacía tres décadas, dijo que el país estaba atravesando por "una de esas raras coyunturas en la economía en las que todo va bien".
Con razón afirmó Cárdenas que era "como si los astros estuvieran alineados en favor de Colombia". Traemos a colación esta anécdota, porque ahora es el presidente Juan Manuel Santos quien animado por las alegres proyecciones de su ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, en un reportaje con ocasión de su visita a Santiago de Chile, manifestó que "afortunadamente, los astros han estados alineados sobre Colombia". Cabe preguntarse si en la actual coyuntura económica "todo va bien", como para hablar del alineamiento de los astros nuevamente.
Los astros conforme se alinean también se desalinean. Pues bien, la directora del FMI Christine Lagarde ha alertado sobre el riesgo inminente de que la economía global se vea arrastrada a una nueva recesión, cuando aún no se ha repuesto de la anterior.
Y como afirma Dinero, de no tomarse en serio esta amenaza por parte de Europa y EEUU tomando en forma inmediata las medidas tendientes a desactivar esta bomba de tiempo "las palabras de la señora Lagarde se cumplirán como trágica profecía. El mundo entero se vería abocado, una vez más, a una crisis económica y financiera. Ni Colombia ni ningún otro país del planeta se salvarían".
Este es el telón de fondo del escenario que enfrenta en estos momentos la economía colombiana; estos negros nubarrones impiden ver qué tan alineados están los astros sobre nuestro país y obligan a ser cautos y previsivos, así en los pronósticos como en las acciones de política para morigerar el posible impacto de este nuevo sacudón de la economía mundial.