En Colombia el turismo es la tercera parte de la economía después de los hidrocarburos y el carbón. Superando al café, al banano y a las flores. En razón, hace mucho tiempo que la importancia del turismo no para de crecer.
Por lo tanto, debemos darle fe a las expectativas que tiene el Gobierno sobre el incremento en la demanda de hoteles.
Nuestro país tiene un titánico potencial en turismo. Esperamos que se duplique o triplique en los próximos años, ya que el escenario de seguridad está mejorando valiosamente y porque son miles las empresas extranjeras que están llegando a constituirse.
Para que esto siga progresando es importante tener en cuenta cuatro factores: seguridad al máximo, una infraestructura adecuada, un empalme continuo y un resultado positivo.
Respecto a la seguridad, su entorno no está listo al 100 por ciento (pero, ha mejorado de forma sorprendente).
El país y el Gobierno estamos esforzándonos en este tema.
Para que la gente quiera quedarse en Colombia, es necesario, que el requisito de la seguridad sea extraordinario.
En cuanto a la infraestructura, todas las vías aéreas, marítimas, terrestres y férreas deben estar en circunstancias aceptables, en especial la vía aérea, donde millares de personas llegan cotidianamente a los terminales. Los aeropuertos deben mejorar sus espacios para brindar un apropiado servicio a los pasajeros.
El transporte terrestre también hay que optimizarlo y esto es bastante fácil con la inversión extrajera.
Habilitar más entradas marítimas para la llegada de cruceros con el fin de desarrollar el turismo en nuestro país. Ustedes saben, que dichos cruceros vuelven a un país con frecuencia si las ciudades portuarias muestran un terminal marítimo en buenas condiciones y una infraestructura interesante en la localidad.
Para jalonar turismo de alta escala para Santa Marta; antes, se debe tener un aeropuerto bien apropiado para atender con gran facilidad el flujo de transeúntes; hay que tener hoteles preparados y que ellos tengan la certeza de disfrutar una cama impecable, una atención y un servicio atractivo.
Ahora bien, el turismo y la hotelería son negocios muy rentables; el turismo permite que cualquier persona pueda ser propietaria, se necesita poca inversión, además es la fracción de la economía más incluyente y con toda seguridad, la más tranquila.
En cuanto a la hotelería, ésta da grandes rendimientos económicos cada 3 ó 6 meses. Pero indiscutiblemente, a estos dos factores les corresponden estar bien preparados en cualquier instante, para dar asombros de una buena atención y así, obtener ventas fructíferas.