Las vallas publicitarias electorales

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Bustamante Barros

Carlos Bustamante Barros

Columna: Columna Caribeña

e-mail: cm-bustamante@hotmail.com



A raíz de expresas disposiciones gubernamentales proferidas por la alcaldía del distrito turístico cultural e histórico de Santa Marta, las vallas publicitarias electorales que hacían alusión a candidaturas diferentes para corporaciones públicas, han sido limitadas en su uso tradicional para ser utilizadas únicamente en lugares que no afecten con su pegamento posterías públicas, edificios céntricos, paredes de residencias privadas, ello en razón de constituir y preservar una ciudad limpia, bonita, con acústica para propios y extraños que nos visitan.

Por esas precisas razones es que no observamos afiches electorales diseminados por doquier en paredes y postes de alumbrado público, como solía suceder con anterioridad a las últimas disposiciones de orden distrital, logrando con ello perpetuar en la clandestinidad las candidaturas de personajes desconocidos llegados de la noche a la mañana desde lugares remotos y sin nombres a esta placida ciudad de santa marta que tiene la virtud especial de brindar su hospitalidad así como su generosidad a todo aquel que apetezca recibirla.

Es necesario enunciar que las vallas publicitarias electorales actuales instaladas en la ciudad, en su mayoría son como siempre ha sido, es decir tienen el nombre del candidato, el periodo 2012 al 2015, corporación a la cual someten su candidatura, numero de tarjetón electoral, partido al que pertenecen, eslogan de campaña y la infaltable fotografía, algunos repiten candidaturas, pero en su mayoría son nuevos cuadros que se aventuran sin ambages a incursionar en terrenos cenagosos de la política provincial donde cualquier cosa puede suceder en donde las candidaturas débiles quedan regadas en el camino mientras otras por el contrario adquieren fuerza inusitada al final de la contienda logrando llegar con posibilidades de éxito en la etapa concluyente de la dura contienda electoral que se avecina en el mes de octubre en donde se espera resulten ganadores contundentes alejados del voto Finis.

Se ha presentado con los cambios naturales del tiempo algunas evoluciones en materia de vallas publicitarias electorales que en razón de su naturaleza son positivas, como sucede en efecto con la inserción de fotografías de animales de la especie marina como el depredador pez león, cuyo actuar voraz tiene relación con el mensaje moralista plasmado en la valla, hecho este que por fortuna rompe los atisbos monótonos visuales de afiches tradicionales, en las que incluso hay que soportar con estoicismo algunas imágenes sonrientes pocos fotogénicas por los rasgos físicos mostrados.

También se muestran otras caracterizaciones en vallas publicitarias que fusionan ingeniosamente el género gramatical con números arábigos para transcribir mensaje de candidatos a corporaciones públicas, en la cual la combinación de colores en las pancartas son elaboradas con armonía, mostrándose agradables a la visión del parroquiano desconocido quien tendrá el poder omnímodo durante ocho horas para rubricar con su voto el destino del distrito turístico cultural e histórico de santa marta, así como la conformación de la estructura de los cuerpos colegiados que cada tres años reviven como por arte de magia para dar vida a la democracia colombiana que algunos la describen sin memoria porque el olvido de su propia historia suele ocurrir con frecuencia, incluso más pronto de lo que se pensaba para poder vivir.

Las modificaciones presentadas en materia de vallas electorales son buenas porque como se ha manifestado evita que las posterias públicas así como las paredes de los edificios céntricos se inunden afiches que propugnan por candidaturas de personajes desconocidos por el entorno social, que no van a resultar elegidos cuyos afanes de participar en política obedece más a criterios de figuración que a una real posibilidad de llegar al logro de un escaño mediante el voto popular, ¿puede usted imaginarse la inmensa cantidad de candidatos al concejo de santa marta para el cual hay solo 19 plazas y en la cual existen 241 aspirantes?, pero en fin esa es la democracia, aunque al final resulten 222 perdedores o ahogados como solemos decir comúnmente en el lenguaje del Caribe colombiano.

No tengo totalmente claro si las chicas que bailan en minifaldas encima de plataformas de camiones con altoparlantes propugnando candidaturas pueden clasificarse como vallas electorales, tal vez pueden ser derivaciones de las mismas que cumplen esos fines en los afanes ilimitados de obtener y afianzar el voto cautivo por el candidato de sus preferencias.

El mundo y la vida siguen su curso…..

 



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