Lo que desvela al ministro

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Escrito por:

Amilkar Acosta Medina

Amilkar Acosta Medina

Columna: Opinión

e-mail: amylkaracostamedina@gmail.com



La revaluación del peso está afectando la competitividad de las exportaciones colombianos y además afecta la producción nacional que compite con los bienes importados.

La revaluación ha sido la constante en Colombia desde 2003. En febrero de este año el dólar llegó a cotizarse a $2.968.88 y a partir de ese momento vino la descolgada. En 2010 la revaluación fue del orden del 6.37% y en lo que va corrido del año la revaluación acumulada hasta mediados de julio era del orden del 9.64%.

Ello ha golpeado fuertemente a sectores tan importantes como la industria textil, cuyas exportaciones se han visto resentidas tanto por la revaluación de la moneda como por el cierre del mercado venezolano.

En los últimos tres años, las exportaciones de textiles pasaron de facturar US $1.400 millones a sólo US $640 millones.

Como lo sostiene la revista Dinero, "las importaciones están disparadas. En los primeros cuatro meses de 2011, el país estaba comprando en el exterior el 36% más que en el mismo período de 2010.".

El Ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry dice que "desde el 7 de agosto del 2010 me desvela la tasa de cambio", pero a renglón seguido acota que "la solución no está en cerrarle la llave de entrada de dólares sino abrir el sifón".

Resulta que, según el profesor Juan Fernando Echavarría, está comprobado que "el endeudamiento en dólares del sector privado ha sido la principal causante de la devaluación del dólar".

Por lo demás, como lo sostiene el analista Mauricio Cabrera, "la deuda externa de la banca pasó de 4.000 a 10.400 millones de dólares en un año, y los ingresos de capitales de corto plazo fueron, entre enero y mayo de este año, 2.200 millones de dólares superiores a los del año pasado…Es evidente que el origen del exceso de dólares que tiene la tasa de cambio por debajo de 1.800 pesos son los ingresos de capital privado de corto plazo".

Pese a ello, tanto el Ministro de Hacienda como el Banco Emisor se niegan sistemáticamente a imponer controles a los capitales, y a controlar el crédito externo ahora que pueden, porque una vez entre en vigencia el TLC con los Estados Unidos no podrán ni establecer dichos controles ni intervenir el mercado cambiario.