Charruas, una transición pacífica

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

José Lopez Hurtado

José Lopez Hurtado

Columna: Opinión

e-mail: joselopezhurtado13@yahoo.es



Año este que termina con un alto grado de convulsión política para nuestra región, como no se había visto en mucho tiempo.
El péndulo, al cual hicimos referencia en alguno de nuestros escritos recientes, esa fuerza intangible que no se siente, pero que está ahí y se manifiesta marcando el destino próximo de los pueblos, se mantuvo inmóvil en unos, pero en otros, como obedeciendo a fuerzas insospechadas e inexplicables, saltó al otro lado del cuadrante invisible de la historia.

Perú, Argentina, Brasil, y recientemente Bolivia, escribieron nuevas páginas de su historia nacional, para bien o para mal, que solo el tiempo lo podrá sentenciar. Uruguay, hace pocos días, hizo lo propio, en unas muy apretadas elecciones presidenciales, como nunca se había visto después de las dictaduras militares que terminaron en 1985, y cuyos resultados tendrían que ver, necesariamente, con mantener un sistema de gobierno que, por tres lustros había permanecido bajo la egida de Miraflores de Chávez y Maduro, o recuperar la identidad nacional a través de una “Coalición Multicolor”, que consultara todas las opiniones y definiera un gran “Compromiso por el País” del Partido Nacional (PN) de La Calle.

Significaba en otras palabras, dejar atrás el “Maracanazo”, --revertir todas las tendencias que en contra ya se insinuaban- al cual invitaba Daniel Martínez de Frente Amplio (FA), pero lo que es más relevante, equivalía a olvidar la mala noche que significó- lo cual no quiere decir que las penumbras se hayan disipado-, la legalización del aborto y de la marihuana, que al decir de los expertos , ha influido en gran proporción en el paulatino desbarajuste de la sociedad uruguaya, una de las más tradicionalistas, cultas y respetadas del Continente, y lo cual quiso ser contenido con el plebiscito “Vivir sin miedo”, que no alcanzó los votos necesarios, con el que se pretendía crear una Guardia Nacional de más de 2000 militares, para la seguridad ciudadana, legalizar los allanamientos nocturnos y suprimir subrogados o beneficios penales para algunos delitos de gravedad.

La diferencia en los resultados de las elecciones, no sobrepasó los treinta mil votos, y los charrúas, fieles a sus ancestros, a su cultura, a su inmensa vocación democrática, que le han hecho merecedores del respeto del Continente, pasó la prueba, la de asumir con pacifica tolerancia y sin traumatismos apasionados, esos resultados de diferencia mínima.

Vale decir que, tras algunos años de relativa bonanza empujada por los altos precios de las materias primas agrícolas, los datos económicos ha empezado a mostrar señales de debilidad: el desempleo llegó al 9.5% en una economía estancada con un persistente déficit fiscal del 4.9% del PIB, y otras no tan alentadoras cifras.

Ojalá Uruguay, vuelva por sus fueros de la Suiza de América de finales del siglo XIX. Salud a su noble pueblo ¡!!.