El renacer de Lula y una mirada al vecindario

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Noriega

José Noriega

Columna: Opinión

e-mail: jmartinnoriega@hotmail.com



“Una mentira repetida cien veces puede convertirse en verdad.” (Joseph Goebbels – Ministro de la propaganda Nazi

El continente suramericano está dando muestras ineludibles de que las cosas tienen que cambiar, por cuanto el apacible e inconcebible adormecimiento ocurrido en la comarca está llegando a su fin y, sin importar el rugir de los ríos ni el trepidar de las montañas, el espíritu de lucha está mutando y se escucha el ensordecedor grito de que es imperativo levantarse y empuñar la espada de la lucha y seguir para adelante, siempre en búsqueda del reverdecer de las ilusiones y la satisfacción de tantas necesidades e inequidades que se han enquistado en estas latitudes.

Por los lados del altiplano, el ambiente está que arde y luego de la obligada renuncia a que fue sometido Evo Morales, el país ha desnudado toda esa cruel verdad de que el populismo retrógrado y ridículo de algunos gobernantes latinoamericanos está llegando a su fin y esa terminación se puede llevar por delante lo que sea, por cuanto el ímpetu guerrerista se está incubando en el corazón de sus gentes y está a punto de erupcionar la pasión escondida y pelear y luchar por sus ideales, sólo así sentirán que viven y sienten-

Por el lado más austral del continente ,bordeando la Patagonia, los paisanos de Neruda están demostrando que por sus venas corre sangre mapuche y no están dispuestos a dejar pasar un instante sin que demuestren que aquellos tiempos del pasada cuando sufrieron vejámenes de parte de los militares han quedado atrás y decidieron empuñar la espada de su inconformidad, llevándose por delante a tanto fantoche embelesado con el poder y por ello tomaron el toro por los cuernos, al tiempo que con su actuar han obligado al gobierno tecnócrata del multimillonario Piñera a retroceder en sus medidas gubernamentales y con ello están dando ejemplo de pundonor y sangre bravía.

Por el vecino de al lado, ni se diga, ya hasta vergüenza da hablar de ello, por cuanto a los hermanos patriotas les ha faltado orgullo para enfrentar al tirano y ponerlo en su sitio, pues se han adormecido esperando que la comunidad internacional lo tumbe y, si bien es cierto, lo han acorralado, sólo el coraje de los émulos de Páez, habrán de derrocar al sátrapa.

Con fundamento en esta combustión de insurrección en el continente, es menester mirara hacia el país de la samba, en donde hace pocos días la justicia ordenó la libertad del expresidente Lula, argumentando que alguien que es sometido a un proceso penal, mientras no se hayan surtido todos los recursos, debe permanecer en libertad y en esa condición enfrentar el final del mismo, con la salvedad que cada caso debe mirarse con ojos escrutadores.

La libertad del expresidente Lula h sido recibida como un trofeo por el pueblo brasilero quien agradece que durante su gobierno sacó a cuarenta millones de compatriotas de la pobreza y llevó al gigante americano a lo más encumbrado del crecimiento económico y además de ello un triunfo, por cuanto con su encarcelamiento se le privó de ser candidato presidencial, donde seguramente hubiera resultado ganador porque así se perfilaba,
siempre con el respaldo de un pueblo que lo idolatra y respalda siempre y era el contendor ideal para enfrentar al presidente Bolsonaro, un exmilitar que no despega porque sigue manteniendo ese lenguaje belicista que está llevando al país hacia el despeñadero social, por cuanto la izquierda brasilera no se siente representada por un derechista como presidente que cree que todo se arregla a sablazos y latigazos.

Y aunque no puede ser candidato, habremos de verlo recorrer el país y aglutinar un inconformismo reinante del pueblo hacia el presidente Bolsonaro, quien junto con suministro Sergio Moro siente pasos de animal grande